La Ley de Transición Energética –que entró en vigor el pasado viernes 25– permitirá reducir la contaminación, generará inversiones por 77 mil millones de dólares en energías renovables y producirá más de 180 mil empleos directos, afirmó Gustavo Alanís Ortega, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).

El reto ahora es la aplicación y el cumplimiento efectivo de esa ley para mejorar las condiciones ambientales en beneficio de la salud y la calidad de vida, algo a lo que difícilmente alguien se puede oponer, señaló.

En junio pasado en el Senado se presentó la iniciativa de ley, la cual planteaba desarrollar un mercado de energías renovables. En ese entonces, integrantes del Cemda y de la organización internacional Greenpeace plantearon a los legisladores que para alcanzar dicha meta deberían tomar en cuenta la justicia social, el respeto a los derechos humanos y un modelo de red inteligente y eficiente.

Luego de que la legislación se publicara en el Diario Oficial de la Federación, el 24 de diciembre, Alanís Ortega dio a conocer que el centro que preside se congratula con las disposiciones que establece. Se trata, señaló en un comunicado, de uno de los principales instrumentos para que el gobierno federal cumpla su compromiso de generar 35 por ciento de energía de fuentes renovables para 2024.

Es un paso importante para impulsar inversiones en la industria eólica y solar, lo cual permitirá que la economía mexicana no esté basada en el petróleo y sea baja en carbono, uno de los principales contaminantes del planeta, añadió.

A escala internacional, contribuirá a mantener el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero en un rango que ayude a limitar el calentamiento global. En la pasada cumbre de París las naciones participantes, entre ellas México, pactaron mantener el incremento promedio a la temperatura del planeta debajo de los dos grados centígrados.