La preocupación por el cuidado de la piel va más allá del tratamiento de enfermedades. Cada vez con más frecuencia, las personas buscan preservar la juventud de esta forma. Ese interés ha encontrado o incluso generado un mercado creciente de productos y equipos médicos que ofrecen contrarrestar los efectos de la edad.

Y los hay muy buenos, afirmó la dermatóloga Rossana Janina Llergo Valdez. El problema, agregó, es que debido a la mercadotecnia es muy fácil que los individuos caigan en el engaño de artículos que prometen acción rápida para desaparecer manchas o arrugas, por ejemplo, pero por falta de orientación especializada no obtengan el resultado esperado, en el mejor de los casos, y en el peor, que los efectos adversos causen daños severos a la piel.

Terapia integral

La especialista, miembro de la Fundación Mexicana para la Dermatología, comentó en entrevista que en los consultorios los expertos siguen atendiendo enfermedades de la piel como melasma (mejor conocido como paño), acné, rosácea y cáncer.

Eso es lo de siempre, explicó, pero en años recientes la tendencia se ha dirigido a la terapia integral, en la que al mismo tiempo que se tratan padecimientos como acné inflamatorio, se atiende el aspecto estético, a fin de eliminar las cicatrices ocasionadas por el mal con alguna de las opciones terapéuticas disponibles.

A la demanda de atención clínica dermatológica también se ha sumado la de borrar los tatuajes, la depilación permanente en diversas zonas del cuerpo y la pérdida de cabello (alopecia), comentó. Para ello se cuenta con avances de la tecnología como el láser o la luz pulsada intensa.

Cada día, señaló la especialista, aparecen nuevos aparatos que ofrecen mejores resultados y mayor eficacia para tratar diversos problemas de la piel, entre los que se encuentran la celulitis y las adiposidades.

Otro que destaca es la afectación por radiación ultravioleta, en particular la aparición de manchas y/o lunares que eventualmente pueden evolucionar a tumor maligno. Llergo Valdez destacó que el interés inicial de las personas es la estética de la cara y el dorso de las manos.

En términos de salud, lo más relevante en cuanto a los lunares es observar y estar pendientes de su forma, tamaño y color, a fin de identificar si se trata de cáncer. El más frecuente (representa 75 por ciento de los casos) es el carcinoma vasocelular; le sigue el carcinoma epidermoide (15 por ciento) y el melanoma (3 por ciento).

Este último es el más agresivo, causante de metástasis y la muerte de los afectados. La especialista resaltó que la neoplasia es totalmente prevenible. Sólo se requiere la revisión periódica del estado de la piel y en particular de las manchas y lunares, así como de heridas que tardan en sanar.

Sin embargo, los dermatólogos se enfrentan a situaciones complicadas con pacientes que llegan luego de haber utilizado uno o varios productos que les ocasionaron infecciones o les afectaron amplias áreas de la piel.

La difusión de anuncios de mercancías diversas y de información sobre problemas de la piel por televisión e Internet han ocasionado que las personas elaboren su propio diagnóstico y diseñen el tratamiento, sostuvo.

Asimismo, señaló, el uso de cremas para evitar el envejecimiento también puede ocasionar efectos indeseados. Para sentirse bien, las personas necesitan tener el mejor aspecto posible en la piel y se puede lograr, pero con la supervisión de un especialista, alertó.

El dermatólogo es el que más sabe sobre fisiología de la piel, los tratamientos disponibles y sus posibles combinaciones para lograr los cambios deseados, sostuvo.