Dos años después de que las remitió al Senado, están detenidas las iniciativas del presidente Enrique Peña Nieto para crear la pensión universal y el seguro de desempleo, ya que se trabaja en una reforma de fondo que realmente solucione el grave problema que enfrenta el sistema pensionario mexicano, advirtió el presidente de la Comisión de Seguridad Social de esa cámara, Fernando Mayans.

El legislador perredista precisó que han llegado a un acuerdo con las autoridades de la Secretaría de Hacienda para conformar un grupo de 20 expertos que a partir de enero próximo trabajarán durantes seis meses en la formulación de un diagnóstico claro sobre el sistema pensionario mexicano, que defina si debe permanecer el actual modelo de cuentas individuales, regresar al anterior (solidario) o elaborar uno mixto. Esa evaluación será la base para la reforma integral en materia de pensiones que debe llevar a cabo el Congreso.

Explicó que las iniciativas del Ejecutivo federal no resuelven el problema y son sólo un curita frente a la grave enfermedad del sistema de pensiones, que a duras penas aguanta tres años más y de no modificarse va a tronar y con él las finanzas del país.

Hizo notar que el presidente de la República y las autoridades hacendarias conocen la magnitud del problema y por ello han aceptado una reforma profunda, pues el sistema privado no garantiza una jubilación digna para los trabajadores, que han perdido parte de sus fondos de retiro por malas acciones de inversión de las Afores.

El senador Mayans confió en que en la primera quincena de enero el presidente Peña Nieto haga público el grupo de expertos, integrado por académicos, investigadores, actuarios y otros profesionistas especializados en sistemas de retiro.

Es obvio, insistió, que la privatización de las pensiones ha sido un fracaso, pues hasta el presidente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, José Antonio Gurría, creador del modelo de cuentas individuales, reconoció que se equivocó.

A las iniciativas de Peña Nieto se opusieron incluso los legisladores del sector obrero del Partido Revolucionario Institucional. En octubre de 2013 advirtieron en un estudio que el seguro de desempleo propuesto por Peña Nieto sería pagado por el mismo trabajador desocupado con sus cuotas de vivienda, lo que, además de restringir la posibilidad de obtener un crédito para comprar una casa a los trabajadores de menores ingresos, pondría en riesgo las finanzas del Infonavit.

El seguro de desempleo propuesto es para integrantes del sector formal que hayan perdido sus empleos y se pagará sólo durante seis meses.

El sector obrero propuso entonces buscar otras alternativas para financiar el seguro de desempleo, de tal forma que el costo no recaiga sólo en los ingresos y prestaciones de los trabajadores y menos aún en su fondo de vivienda, una conquista que no se puede canjear.

El monto mensual de la pensión universal propuesta por Peña es de mil 92 pesos, 55 por ciento del salario mínimo de 2013, y tendrían acceso a ella todos los mexicanos mayores de 65 años que no recibieran ningún ingreso por retiro.