Lunes 28 de diciembre de 2015, p. 21
Madrid.
El futuro de Artur Mas, el hombre que puso en marcha el proceso secesionista en Cataluña, quedó el domingo en el aire hasta que arranque el año y con él la incógnita de si la región del noreste de España vuelve a las urnas en marzo.
La Candidatura de Unidad Popular (CUP), partido pro independentista cuyo respaldo en el Parlamento catalán es imprescindible para que Mas sea investido de nuevo jefe del gobierno regional, celebró una asamblea para decidir qué hacer, misma que culminó con un insólito empate tras una sesión maratónica de 10 horas.
El mismo número de militantes que se decantó por investir a Mas (mil 515) votó en contra de respaldarlo, justo tres meses después de las elecciones del 27 de septiembre en Cataluña.
Desde entonces, la región está sin gobierno. Si el 10 de enero no hay un nuevo Ejecutivo, se convocará automáticamente a la celebración de comicios para marzo por imperativo legal.