La búsqueda de alianzas con el PRD ha provocado ciertas divisiones y una ruptura en el PAN.

Un tema próximo es la gubernatura de Tlaxcala, donde el interés de la senadora Adriana Dávila Fernández por contender por segunda vez como candidata hace que la coalición con los perredistas en ése y otros estados se complique.

La legisladora ha recibido apoyo de colegas en el Senado como Roberto Gil Zuarth y Ernesto Cordero, mientras el gobernador Rafael Moreno Valle está haciendo presión para que el PAN sacrifique Tlaxcala, señalaron panistas cercanos a la negociación.

A Moreno Valle le interesa mucho que prosperen los acuerdos con el sol azteca con miras a la elección de gobernador en Puebla, ya que en los pasados comicios federales, el PRI y el Partido Verde nos superó con unos cien mil votos. El PRD se vuelve importante, explicaron.

El 7 de junio el tricolor obtuvo en Puebla 523 mil votos, más 82 mil del PVEM para sumar 600 mil. El PAN alcanzó 493 mil sufragios, que adicionados a 82 mil del PRD rondan también los 600 mil.

Sin embargo, en las negociaciones, el PRD ha puesto como estados prioritarios Oaxaca y Tlaxcala; en este último impulsa a la senadora Lorena Cuéllar. Y el tiempo apremia para definir, ya que el plazo para registrar alianzas se vence el 2 de enero, aunque pueden optar por la candidatura común, que puede definirse hasta el primero de febrero.

Dávila se ha movido internamente y generó cierto consenso entre varios panistas de que ella debe ser la candidata, a partir de encuestas que –dice– trae de casas serias y la colocan como posible ganadora sin alianzas. Ya fue abanderada y perdió frente al priísta Mariano González Zarur.

Algunos partidarios de la senadora del blanquiazul consideran que el PRD, sin ninguna justificación, más que dar la candidatura a Cuéllar, quiere que ella sea la abanderada de la alianza, aunque no sea suficientemente competitiva.

En junio el voto estuvo más dividido en Tlaxcala. El PRI obtuvo 94 mil y el Verde 14 mil, casi 110 mil. Mientras el PAN 51 mil y el PRD 31 mil. De hecho, el PT logró más que los perredistas, 35 mil.

En el caso de Oaxaca, el PAN no tendría objeción en que haya una alianza electoral con el PRD, lo mismo que en Veracruz y Puebla.

La primera baja en Veracruz ya se dio con la renuncia de Juan Bueno Torio a su militancia panista, ante la inminente candidatura del ex priísta Miguel Ángel Yunes Linares a la gubernatura en 2016 bajo las siglas de PAN y PRD.

En las filas del blanquiazul algunos se oponen a la propuesta del partido del sol azteca de que haya negociaciones en paquete y condicionando. Piden que las coaliciones sea más casuísticas, considerando la situación de cada estado, para no generar tantas fricciones internas.

Destacan que Ricardo Anaya ha sido más cuidadoso en sus declaraciones porque no quiere litigar la construcción de alianzas en los medios de comunicación.