A pesar de que la cobertura de educación básica se incrementó de forma considerable en los pasados 30 años en la región, se estima que los problemas de calidad del aprendizaje y la deserción escolar aún son desfíos prioritarios, pues al menos 16 por ciento de niños latinoamericanos que inician su formación primaria abandonan las aulas antes de concluirla.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advierte en su informe El aprendizaje bajo la lupa: nuevas perspectivas para América Latina y el Caribe, que el rezago educativo en la región tiene un costo de al menos 9 mil millones de dólares. A ello se suma que al menos 21 millones de niños y adolescentes permanecen fuera de la escuela.

Agrega que los sistemas escolares constituyen una de las instituciones más renuentes al cambio, y destaca que si bien se han aplicado modificaciones internas, éstas no han sido de envergadura.

Las propuestas de cambio se han enfocado en la mejora, señala el informe difundido en noviembre pasado, no en la innovación profunda. Hasta el momento, indica, han ofrecido más de lo mismo.

El organismo considera que las reformas aplicadas en los sistemas de la región tienen fuertes dificultades para lograr los objetivos de transformación que se requieren.

El documento señala que un sistema educativo que no se ajusta a los nuevos modelos de aprendizaje profundiza las grandes brechas y no contribuye a una educación equitativa y de calidad para todos los niños y adolescentes.

La escuela debe rediseñarse y transformar su sistema hacia uno que busque el aprendizaje a lo largo de la vida, centrado en el alumno y la generación de su conocimiento, afirma Unicef.

Este cambio, apunta, requiere ambientes de enseñanza realmente eficaces, por lo que deben estar estructurados y bien concebidos, profundamente personalizados. Asimismo, deben ser sensibles a las diferencias individuales y de grupo, en particular –enfatiza– de estudiantes más vulnerables, ya sea por pobreza o por pertenecer a una minoría.

Subraya que el aprendizaje es eficaz cuando se lleva a cabo en entornos de grupo, no de forma individual o aislada; cuando se construye de manera colaborativa y es relevante para el contexto del aprendiz, lo que sucede, por ejemplo, cuando tiene estrecha relación con la comunidad.

Unicef también destaca los retos que aún enfrenta la región en materia educativa, entre ellos la deserción y alta tasa de repetición escolar.

Señala que en los países latinoamericanos se tuvo en 2010 una tasa de repetición de 5 por ciento en primaria, lo que significa que en promedio uno de cada 20 alumnos repitió grado cada año.

El efecto acumulado de la repetición de ciclo escolar y el ingreso tardío a la educación generó que la tasa promedio de sobre-edad en enseñanza primaria entre los estados de la región fuera de 9 por ciento, aunque en países como Colombia, Brasil y Nicaragua llegó a 21 por ciento.