Un grupo de personas, que pertenece a la Asamblea de Barrios y que desde julio de 2013 invadió con violencia el edificio de Benjamín Hill 12, casi esquina con Altata, colonia Hipódromo Condesa, cobra derecho de piso a vecinos, acomodadores de autos de restaurantes cercanos y tianguistas que ocupan la calle y las inmediaciones, de acuerdo con testimonios de habitantes de la zona.

Denunciaron que venden boletos que valen 350 pesos semanales, en el cual anotan las placas de los vehículos que pueden estacionarse en las calles aledañas a donde operan. Los vecinos mostraron incluso uno de esos documentos.

Si uno no lo paga, el auto aparece sin espejos o llantas, rayado, hasta que terminan por desvalijarlo, o de plano, terminan golpeando a los automovilistas, cuenta un residente de la colonia, quien junto con otros afectados pidieron el anonimato, pero mostraron las denuncias que han presentado ante distintas autoridades para que les ayuden a poner fin a la impunidad con que operan habitantes de este edificio.

Incluso las patrullas se niegan a venir cuando hay peleas y conflictos afuera del edificio. Y es que este grupo, que está conformado por hombres muy robustos, pero ejercitados y con muchos tatuajes, hacen guardias en la zona.

“Al que cobra los boletos le dicen El Güero y la más conocida es la señora Carmen, que parece la líder, o al menos, es a ella a quien se dirigen para arreglar sus asuntos.”

Los vecinos explican que desde el día de la invasión, colocaron sus mantas identificándose como parte de la Asamblea de Barrios, donde se lee que ellos no son delincuentes, sino que buscan vivienda. Actualmente, en el lugar también se puede ver otra manta que dice Mancera, amarra a tus perros.

Boleto vendido por los ocupantes del inmueble ubicado en Benjamín Hill a los vecinos, en el cual se anotan las placas del auto que quedará protegido por una semanaFoto La Jornada

La invasión en Benjamin Hill 12, que anteriormente llevaba el número 261, detallan, fue muy parecida a la ocurrida la semana pasada en la calle de Ámsterdam 25.

Fue una noche que llovía muchísimo y a pesar de que los departamentos estaban llenos, sacaron a la mayor parte de los habitantes que pagaban renta desde hace mucho tiempo.

Al principio, recuerdan, los conflictos eran por sus perros, que se peleaban con las mascotas que pasaban por el lugar. Ahora, incluso les piden cobro en efectivo o especie a los tianguistas que cada martes se ponen en esa vialidad. Dependiendo del espacio que tengan, les cobran.

Los vecinos también han sido testigos de cómo a los acomodadores de autos de El Farolito y El Califa, les piden que les vendan un boleto para poder estacionar coches. Algunos comensales que llegan sin saber, incluso han sido quitados a golpes.

El inmueble invadido cuenta con 16 departamentos de alrededor de 80 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas y de acuerdo con los testigos en cada uno actualmente habitan dos o tres familias. También rentan pequeños espacios de dos por tres metros a trabajadores de la zona para que pernocten ahí.

Cuando llegaron, algunas personas despojadas de sus viviendas les preguntaban qué quiénes eran los dueños del lugar o con quién se dirigían para arreglar la situación, y ellos contestaban que cualquier cosa la vieran con René Bejarano y Dolores Padierna, detalla un habitante de la zona, quien lamenta que ninguna administración delegacional, ni la actual, les ha ayudado.