Martes 22 de diciembre de 2015, p. 8
Se estima que 20.5 millones de trabajadores mexicanos recibieron aguinaldo este año, en tanto que más de 33 millones no gozan de esa prestación incluida en la Ley Federal del Trabajo debido a que laboran en la informalidad, son subcontratados, tienen contratos eventuales o cobran por colaboraciones.
Isalia Nava Bolaños, del Instituto de Investigaciones Económicas, y Luis Lozano Arredondo, integrante del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía –ambas instituciones de la Universidad Nacional Autónoma de México–, coincidieron en que son muy pocos los trabajadores que tienen la posibilidad de ahorrar parte del aguinaldo.
Lozano Arredondo señaló que este ingreso extra para casi 20 millones de habitantes tiene a su vez impacto directo o indirecto en poco más de 70 millones de personas. Explicó que de la cantidad total que recibirá cada trabajador –la ley indica que debe ser de al menos 15 días de salario nominal– en promedio 60 por ciento se usará para comprar alimentos, 28 por ciento para saldar deudas y 12 por ciento para el pago de servicios y arreglos del hogar, debido a la caída de los salarios.
Lejos de crecer –enfatizó–, el número de personas que no reciben esta retribución de fin de año ha ido al alza debido a las malas condiciones de contratación, en una tendencia por destruir las prestaciones sociales del trabajador
: en 1988, 5 millones 504 mil personas no gozaban de estos beneficios laborales, entre ellos el aguinaldo, pero en la actualidad más de 33 millones no cuentan con ellos.
De acuerdo con cifras oficiales, 53.2 millones de mexicanos forman parte de la población económicamente activa, integrada por habitantes ocupados y desocupados que buscaron incorporarse a alguna actividad económica. De ese total, 34.3 millones son trabajadores subordinados y remunerados, a quienes por ley correspondería esta prestación; sin embargo, sólo 20.5 millones la habrían recibido en 2015.
La académica del IIE planteó que, lejos de ahorrar o invertir, ese pago extraordinario se diluye en regalos, principalmente juguetes, ropa y calzado, así como en ingredientes para las cenas de esta temporada.
Expuso que en el estudio Compras de Navidad 2013: intenciones y expectativas de los consumidores en México y Latinoamérica, elaborado por Deloitte México, 57 por ciento de los encuestados aseguraron que destinarán su aguinaldo a las compras de fin de año y 37 por ciento al pago de deudas. Esa investigación reveló que las personas con menores ingresos, que son la mayoría en México, usarán esa prestación para liquidar adeudos, mientras las mujeres y aquellos con mayores salarios dedican una cantidad importante a las compras
.
Nava Bolaños indicó que otras investigaciones muestran que, en 2014, 26 por ciento de los trabajadores destinaron su aguinaldo a las cenas de fin de año, 21 por ciento a comprar ropa y calzado, 18 al ahorro, el mismo porcentaje a vacaciones, salud y remodelación de la vivienda, y 17 a saldar deudas. Agregó que 70 por ciento lo gastan en tiendas departamentales y el resto en supermercados, jugueterías y compras por Internet.