La mandataria dice que el crecimiento de su país tiene impacto positivo en Sudamérica
Barbosa jura como ministro de Hacienda, pero el real retrocede ante el dólar y baja la bolsa
Martes 22 de diciembre de 2015, p. 16
Asunción.
La crisis política que afecta a Brasil desde el inicio del segundo mandato de la presidenta Dilma Rousseff está llegando a su fin, aseguró este lunes la mandataria al hablar ante la cumbre de presidentes del Mercado Común del Sur (Mercosur) que se celebra en Paraguay.
Rousseff expuso brevemente algunos datos de la situación por considerar que el Mercosur es fundamental para el proyecto de desarrollo de Brasil
y que el crecimiento de su país también tiene impacto positivo en la región
.
Recordó que durante los últimos años su gobierno estuvo tratando de evitar los efectos de la crisis mundial de 2008 y se adoptaron políticas contracíclicas, como la reducción de impuestos, la ampliación del crédito, el fomento de inversiones y del consumo de las familias.
Para la mandataria, acosada por diversas denuncias de corrupción de colaboradores cercanos y aliados del gobierno, y enfrentada a un posible juicio político, la reorganización del cuadro fiscal traerá resultados positivos
y junto con el fin de la crisis política se garantizará la recuperación sostenida, sólida y duradera
del país.
El gobierno de Brasil está decidido a reducir la inflación, consolidar la estabilidad macroeconómica, aumentar la confianza en la economía, fomentar las inversiones, principalmente en estructura y energía e iniciar un nuevo ciclo.
Por lo pronto, un sondeo de Datafolha encontró que el avance del proceso con miras a destituir a Rousseff depende de 27 por ciento de los 513 diputados que integran la Cámara de Diputados, que aún no definieron o no quisieron adelantar cómo votarán.
De acuerdo con los datos, 42 por ciento de los diputados votarían ahora a favor de que prosiga el proceso contra la mandataria, y 31 por ciento en contra. La presidenta contaría con el apoyo de 159 diputados frente a 215 favorables a su caída. Le faltarían 12 votos para garantizar los 171 sufragios necesarios para mantenerse en el cargo que asumió el 1º de enero.
La cámara baja precisa de un mínimo de 342 votos –que equivalen a dos tercios del total– para que el proceso avance al Senado.
Nestor Barbosa juró como nuevo ministro de Hacienda, y de inmediato buscó tranquilizar a los inversores, pero los mercados le dieron la espalda: el real cruzó nuevamente el umbral de las 4 unidades por dólar y la bolsa retrocedió 1.62 por ciento.
Barbosa señaló que las grandes líneas de acción de su predecesor, Joaquim Levy –control del gasto y de la inflación–, serían mantenidas para controlar la crisis que golpea a Brasil, durante una teleconferencia con inversionistas internacionales.