La lucha contra el calentamiento global no sólo es un tema de buena voluntad, aseguró ayer el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano Alamán, en conferencia de prensa para dar a conocer los resultados de la Conferencia de las Partes del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21).

Destacó la participación de México en la cumbre para impulsar la revisión, cada cinco años, de los avances en el cumplimiento de las metas globales, y aseguró que el sector privado también forma parte del Acuerdo de París, con el que se busca frenar el incremento en la temperatura del planeta y reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

Rodolfo Lacy Tamayo, subsecretario de Planeación y Política Ambiental de Semarnat, señaló que ahora se reconoce al sector privado para que tenga un involucramiento en los mecanismos voluntarios de transferencias de bono de carbono.

Explicó que esto conlleva a que las industrias, que funcionan a base de una racionalidad económica en un libre mercado mundial, accedan a los créditos o reducciones de carbono que serán parte del conjunto de bienes a intercambiar.

Para ello, insistió, se van a establecer reglas, pero reconociendo al sector privado de forma directa, y no necesariamente mediante los países. Se van a establecer estos lineamientos para que a partir de 2020, tengamos un organismo que, entre otras cosas, regule este intercambio para que no exista una doble contabilidad.

Sin embargo, para garantizar el cumplimiento de las metas globales, que incluye a los estados, indicó Roberto Dondisch, se creará un comité de seguimiento de las metas globales, que en caso de incumplimiento, podrán levantar la voz, al igual que la comunidad internacional.

En tanto, Pacchiano Alamán indicó que el sector empresarial también se está involucrando con iniciativas en las que existen compromisos para doblar la inversión privada en proyectos de energía renovable.

Los funcionarios señalaron que, una vez aprobado, el Acuerdo de París deberá ser suscrito por los 188 países que participaron en su elaboración, proceso que se iniciará en abril próximo. Las naciones adherentes también deberán contar con la aprobación de sus congresos; el Senado, en el caso de México.

Una vez concluida esta etapa, informaron los funcionarios, a partir de 2020, cuando se prevé que entre en vigor el Acuerdo de París, éste será jurídicamente vinculante para los Estados miembros, lo que significa que deberán cumplir con las metas fijadas para garantizar la reducción de las emisiones de efecto invernadero y del uso de combustibles fósiles.