Organizaciones ambientalistas y de defensa del consumidor lamentaron que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) no haya cumplido con un programa integral para garantizar que tras el inicio del apagón analógico se desechen adecuadamente millones de televisores analógicos, ya que muchos de estos aparatos pueden contener metales pesados como plomo y mercurio.

En entrevista por separado, integrantes de Greenpeace y El Poder del Consumidor indicaron que la respuesta de las autoridades ambientales fue insuficiente, irresponsable y tardía.

Demandaron que el gobierno federal aplique medidas para garantizar que millones de televisores no acaben en basureros a cielo abierto y sin ningún tratamiento.

Luego de que el titular de la Semarnat, Rafael Pacchiano Alamán, reconoció que hasta el momento se han recolectado 5 mil aparatos analógicos, de un total estimado de 40 millones existentes en todo el país, destacaron que el gobierno federal no impulsó campañas públicas de información para alertar que no era necesario cambiar los televisores analógicos.

Muchos de ellos pueden funcionar correctamente con un decodificador, que es mucho más barato que una pantalla plana, destacó Edith Martínez, coordinadora de comunicación del grupo ambientalista.

Destacó que la Semarnat también incumplió con la elaboración y difusión oportuna de un plan para disponer de estos residuos, el cual fue emitido más de un año después de lo previsto, por lo que no se han sentado las alternativas concretas para enfrentar esta situación.

Si bien reconoció que no todos los televisores analógicos que existen en México serán desechados, recalcó que aquellos que no reciban un tratamiento adecuado cuando concluya su vida útil representarán un grave riesgo ambiental y para la salud.

Faltó, dijo, una campaña de difusión anticipada para informar a la población antes del apagón analógico.

Respecto del Distrito Federal señaló que hasta la noche del pasado 16 de diciembre no se había informado si habría centros de acopio. Fue el pasado jueves por la mañana cuando se informó que eran cuatro para la ciudad de México, donde se estima que hay 2.5 millones de televisores analógicos, lo que se traduce en que no hay espacios suficientes donde ir a depositar tu televisor.

Por su parte, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, señaló que la respuesta de la Semarnat habla de una dependencia con falta de compromiso con un país muy contaminado.

Destacó la ausencia de campañas que informen cómo desechar los televisores de forma adecuada, pero sobre todo que advirtieran que en realidad no había necesidad de cambiarlos si se contaba con un decodificador, que es mucho más barato, o si era usuario de televisión por cable.

Esta situación, dijo, nos hace pensar que puede haber grandes negocios detrás de esta ola para adquirir televisores planos. Lo que no se nos dice con esta promoción de consumo es que la sustitución de millones de televisores analógicos puede generar graves daños ambientales, y añadió lo concerniente a los focos eficientes, que no tienen un lugar de destino y pueden contener mercurio.