Violencia e impunidad
árceles, refugios, bares, cantinas, zonas de tolerancia, la ruta de La Bestia, el tren que se lleva a sus hijos a cuestas y no los devuelve, recorrieron durante más de 20 días un grupo de madres y familiares de migrantes desaparecidos en su paso por México.
Hoy termina una caravana más organizada por el Movimiento Migrante Mesoamericano, a la que cada año se unen más voluntades para la búsqueda encaminada a lograr el anhelado rencuentro.
Tapachula, ciudad comercial fronteriza, es la última escala. Aquí reciben a las madres otras madres, ellas también centroamericanas, también migrantes y hoy meseras, bailarinas o trabajadoras sexuales. Con ellas revisan las fotos de sus hijos e hijas, recorren bares y cantinas, zonas oscuras de un territorio controlado. Aquí, junto a la Brigada Callejera Elisa Martínez y otras organizaciones, fueron recibidas con el cariño de quien las espera, aunque no sean sus hijas.
De frente vivieron la violencia cotidiana en esta ciudad chiapaneca. En plena calle 12, donde suelen pararse las trabajadoras sexuales, encontraron a una chica guatemalteca que estaba siendo golpeada por un explotador sexual. La policía municipal, cuenta la brigada, circulaba por el lugar para brindar seguridad al agresor y no a la mujer violentada. Su historia es la de muchas mujeres que pasan por estas tierras y son víctimas de trata con fines de explotación sexual. (Aunque siempre hay que remarcar que no todas las mujeres que trabajan en el comercio sexual son forzadas). La chica declaró que la obligaban a trabajar en el bar Sol y Luna. Se llamó entonces a la Fiscalía de Protección al Migrante, y respondieron que irían al rescate. Pero nada. Nadie se apareció.
La situación se tensó. Las madres en busca de sus hijas tuvieron que salir del lugar para ser resguardadas. Los demás, junto con la chica guatemalteca, fueron directamente a la Fiscalía del Migrante, que encabeza Ignacio Alejandro Vila Chávez, quien no se encontraba y por tal motivo nadie los atendió. No hubo quien respondiera ni mucho menos salvaguardara la vida de la migrante desprotegida.
La lección de hoy es que las migrantes víctimas de trata tienen garantizada la privación de su libertad, mientras los tratantes explotadores del sexo tienen total impunidad en Tapachula
, denuncia la brigada callejera.
Este 18 de diciembre, en el marco del Día Internacional del Migrante, miles de personas salieron a las calles al grito de Nadie es ilegal
. Aquí, en México, sí hay muchos ilegales, pero no están abajo, sino ejerciendo el poder y solapando delincuentes con total impunidad.