Sólo soy un pobre privilegiado, un consentido de Dios, porque todavía se acuerdan de mí, aseveró el ex futbolista brasileño Arlindo dos Santos, ayer tras plasmar las huellas de sus manos, las cuales pronto quedarán inmortalizadas en la Galería Plaza de las Estrellas.

El ex jugador americanista, quien es recordado por haber anotado el primer gol en el estadio Azteca el 29 de mayo de 1966, dijo sentirse “orgulloso y muy contento por haber recibido este reconocimiento, la verdad no me lo esperaba.

Es un honor para mí ser de las pocas personas en el mundo que tienen una imagen en una plaza para que la gente la recuerde; aún me siguen inmortalizando y me siento muy feliz por eso, declaró el también ex jugador de Pachuca y Toluca.

El ex futbolista de 75 años agradeció que le hayan hecho este homenaje en vida, luego uno se muere y entonces empiezan los reconocimientos, cuando uno ya no siente ni sabe nada.

Optimista, el ex elemento del club brasileño Botafogo, confió en estar aquí por más tiempo para poder recibir otro homenaje del club de sus amores: el América.

“Espero para 2016 también ser invitado a la conmemoración de los cien años de mis Águilas y los 50 años del estadio Azteca. Hace unos meses me entrevistaron para un libro que van a hacer con todos los personajes que pasaron por el América, así que ojalá me inviten a la celebración.

Antes me llamaban en los aniversarios para partir el pastel, pero hace cuatro años que no me hablan para nada, comentó antes de soltar una carcajada.

Con su característico tono entre español y portugués, subrayó que aunque no me hablen, quiero agradecer al América porque es el culpable de que yo esté recibiendo todos esos homenajes, fue el que me trajo a México.

Asimismo, se manifestó decepcionado por los resultados en el Mundial de Clubes y en las semifinales frente a Pumas.

Me gustaría que el América llegue a los cien años mejor de lo que está ahora, que dé más alegría a sus aficionados, después de la desilusión en sus últimos partidos.