El Senado podría recibir formalmente su nueva sede el primer bimestre de 2016, ya que todavía litiga con la contratista 22 millones de pesos por el finiquito de la obra, que ha tenido un costo hasta ahora de 4 mil 200 millones de pesos, más del doble de lo que se presupuestó originalmente en 2007.

En paralelo, el Senado litiga en un tribunal arbitral una segunda disputa con la contratista por los gastos indirectos del inmueble, que ocupa desde el 11 de abril de 2011. La constructora exige el pago de esas erogaciones y el Senado sostiene que no tiene por qué hacerlo.

Roberto Gil Zuarth, presidente del Senado, manifestó que la cámara cuenta con los recursos para satisfacer cualquier escenario en caso de que la resolución de los gastos indirectos sea negativa. Tenemos fondos suficientes para cubrirlo en caso de que el laudo arbitral sea favorable a la contratista, pero en nuestra opinión, basados en un estudio técnico jurídico realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México, no tenemos que pagarlos.

El panista advirtió que el Senado demanda el pago de las penalizaciones aplicables a la contratista por incumplimientos en el tiempo de conclusión del inmueble.

La nueva sede de la cámara alta no se ha concluido. Aún hay pendientes de obra, acabados e instalaciones que debe efectuar la contratista. En este caso el Senado todavía no se ha desistido, no ha levantado de la mesa la exigencia de que el inmueble, del que somos poseedores desde hace casi cinco años, se nos entregue concluido a cabalidad, sostuvo.

La nueva sede del Senado ha costado 4 mil 200 millones de pesosFoto María Meléndrez Parada

Gil Zuarth señaló que en el caso del finiquito no lo atiende directamente el Senado, sino la fiduciaria, que es Banobras, y la contratista. En este caso van conciliando y acreditando la entrega de mobiliarios y equipos.

Explicó que los “gastos indirectos tienen dos grandes motivos, uno el contratista alega que el contrato de ejecución de obra se extendió, y ahí está gran parte del diferendo.

“El catálogo de indirectos es enorme, son muchos conceptos. Por ejemplo, si en la excavación para los pilotes, donde se construyó la torre de comisiones, la contratista asegura que encontró una piedra que le exigió meter taladros específicos, que no estaban en el estudio de mecánica de suelo, eso representa un sobrecosto que no estaba considerado. La ley permite un porcentaje para el pago de indirectos.

“Estamos en ese proceso, el contratista reclama que se superó el umbral del porcentaje de indirectos; a nuestro juicio le decimos que no proceden. Hace un año que nos dieron la ocupación formal del edificio, firmamos un convenio –contratista y Senado–para resolver el diferendo de los indirectos. Recurrimos a un tribunal arbitral, ambas partes ya presentamos nuestros peritajes y estamos a la espera de que el árbitro resuelva”, detalló el presidente de la cámara alta.

Resaltó que el laudo arbitral puede ser en meses. Esperamos que en febrero, pero también puede ocurrir en una semana.