La Habana.

Las artistas cubanas Mabel Poblet y Veronik Guerra donaron ayer dos cuadros inspirados en la silueta de Oswaldo Guayasamín (1919-1999) a la fundación local que lleva el nombre del pintor ecuatoriano.

La embajada de Ecuador en Cuba, representada por el diplomático Édgar Aníbal Ponce Iturriaga, sirvió ayer de mediadora en la donación que permitirá a los lienzos pasar al patrimonio de la habanera Casa Guayasamín.

Ponce Iturriaga firmó públicamente el acta de cesión oficial de ambas obras junto a Aliana Martínez, directora de la Casa Guayasamín, creada hace cerca de 23 años por el fallecido artista, el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz y Eusebio Leal Spengler, historiador de la ciudad.

Las obras fueron concebidas hace cinco años, cuando en 2010 se convocó al concurso Cuba pinta a Guayasamín, aclaró la directora durante un acto presenciado por personajes como la hija del pintor, Berenice, el periodista y diplomático cubano Pedro Martínez Pírez y varios artistas.

El dolor es la fuerza

Veronik Castro describió las técnicas usadas durante la creación de su hermoso cuadro para el que empleó métodos tan inverosímiles como el café y el ron, esparcidos en un lienzo de cerca de dos metros que retratan a la perfección el rostro del genio ecuatoriano con la frase El dolor es fuerza.

Aprendí a entender a este pueblo, lo amo y seguirá para mí siendo un referente y que tiene como guía un hombre capaz de adelantarse al futuro: Fidel Castro, expresó el embajador de Ecuador tras anunciar que su estadía de diplomático en Cuba pronto llegará a su fin.

Como despedida, Ponce Iturriaga regaló además a la institución dos libros como recuerdo, uno relacionado con las tradiciones culinarias de su país que para él posee la mejor comida del mundo, dijo.

Por otra parte, la actividad concluyó con la presentación de la cantautora Ivette Letusé, integrante del grupo Concielo Abierto, quien con su potente y sensitiva voz puso música a profundas e incisivas frases célebres del artista.

Nacido el 6 de julio de 1919, Oswaldo Aparicio Guayasamín Calero destacó como la figura central de los movimientos expresionistas e indigenistas y desde el ascenso de su carrera en los años 40 del siglo pasado retrató figuras como Carolina de Mónaco, Gabriel García Márquez y Rigoberta Menchú.

En cuanto a su relación con Cuba, el Pintor de Iberoamérica, como también se le conoce, siempre se declaró amigo incondicional del pueblo cubano y sus convicciones políticas y durante su vida realizó cuatro retratos a Fidel Castro, así como al actual presidente, Raúl Castro, y al cantautor Silvio Rodríguez.