El gobierno de México lamentó ayer la decisión de las autoridades texanas de mantener el despliegue de elementos de su Guardia Nacional en la frontera, así como la instrumentación de otras medidas que constituyen un enfoque parcial de la región. Mediante un comunicado, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, dijo que vigilará que la eventual instrumentación de estas medidas no afecten los derechos de la comunidad mexicana en Texas, y le proporcionará la asistencia consular requerida. México mantendrá un diálogo franco y directo con el gobierno de Estados Unidos y con el estado de Texas, desde una perspectiva integral que permita consolidar una frontera segura y competitiva que promueva prosperidad en ambos países, subrayó. También reiteró su compromiso y disposición para atender el fenómeno migratorio, desde una perspectiva eficaz y humana, y con un enfoque de responsabilidad compartida que garantice la paz, el desarrollo y la inclusión regional.