Miércoles 16 de diciembre de 2015, p. 15
El Observatorio Eclesial (OE) consideró que la estancia del papa Francisco en México es complicada
, por diversas razones, y lamentó que las víctimas de la violencia parecen haber quedado fuera de la agenda papal
en el país.
Detalló que si bien Jorge Mario Bergoglio goza de la simpatía de la grey católica, y no católica, parece no gozar de esa misma simpatía entre el episcopado mexicano
, y expuso que existe resistencia o reserva
entre muchos obispos mexicanos que están más acostumbrados a la línea conservadora del papado Wojtila-Ratzinger, y ahora se encuentran ante la agenda progresista y renovadora
que encabeza el papa Francisco, el cual espera que rompa protocolos y sea crítico en aspectos como la violencia y las desapariciones forzadas.
En un escrito de opinión denominado Luces y sombras de la visita del papa Francisco a México
, el OE indica que una de las intenciones del gobierno federal al traer al Papa a México es legitimarse frente a la población
, en el contexto de “una debacle social y política producto de un modelo económico que el Papa en su encíclica Evangelii Gaudium ha denominado perverso y la raíz de todos nuestros males: el capitalismo neoliberal”.
Refiere que es claro que el tema de “las víctimas de la violencia es la manzana de la discordia, pues no es especulación que fue Francisco el primer obispo en clamar por los 43 de Ayotzinapa desde una de sus audiencias generales en el Vaticano, antes de que cualquier otro obispo mexicano –a excepción de Raúl Vera– se atreviera a hacer una denuncia al respecto. Y también fue el primero en reaccionar enviando al nuncio apostólico en México a celebrar una misa en la citada escuela normal rural”.