Calificado de colorido y bello paisaje emocional, el óleo Mujer desnuda con abanico, del pintor Antonio Rafael Ortiz Herrera, Gritón, consiguió el primer lugar en la disciplina de pintura en la séptima Bienal Nacional de Artes Visuales Yucatán 2015.

Ese encuentro tuvo este año una participación sin precedente en tres décadas de existencia, al recibir mil 551 obras de 660 artistas en pintura, gráfica, dibujo, escultura, fotografía y videoinstalación. El resultado implica un incremento de más de 50 por ciento en contraste con 2013.

Las entidades que registraron mayor participación esta vez fueron estado de México, Jalisco, Oaxaca, Distrito Federal y Yucatán.

Mujer desnuda con abanico es resultado del trabajo pictórico que en grupo desarrolla Gritón en su estudio sobre desnudo femenino. Esa dinámica ha permitido al artista explorar y experimentar nuevas formas expresivas en su quehacer pictórico.

Voy formando, por decirlo de alguna manera, paisajes orgánicos, explica Gritón. Lo que ha determinado mucho la serie de pinturas que ha realizado, dice, es la interacción y las conversaciones con las modelos, pues estas pláticas son una especie de fuente emocional creativa.

Obras viscerales y conceptuales

Durante el proceso creativo, comenta Antonio Ortiz Gritón, “las modelos empiezan a hablar de sus vidas y muchas veces entre la plática y el cuerpo va saliendo el cuadro y el color del mismo. Esa relación entre ver el cuerpo desnudo y escuchar a la modelo me influye mucho.

“Mi pintura dio un vuelco, de ser un poco naif-figurativa a producir una serie de paisajes orgánico-abstractos”, aclara a La Jornada Antonio Ortiz Gritón, en su estudio (con su mascota Pisca)Foto Roberto García Ortiz

“Las modelos generalmente son muy jóvenes, estudian una carrera u otras con hijos que tratan de salir adelante en la vida, por lo que para vivir buscan en qué chambear. Por ejemplo, hubo una que hablaba mucho del mar, que deseaba ir a Mazunte, Oaxaca, a trabajar. Otras te cuentan historias de acoso sexual, otras sobre la violencia que se vive en su colonia, pero también hay charlas muy amenas y curiosas.

“Lo que hago –prosigue Gritón– no es una pintura figurativa como tradicionalmente se ha representado el desnudo femenino. Son obras más viscerales y conceptuales”.

Con estos trabajos y respecto de sus cuadros anteriores, destaca, “mi pintura dio un vuelco, de ser un poco naif-figurativa a producir una serie de paisajes orgánico-abstractos”.

Hasta el momento ha realizado cuadros de 80 centímetros x 1.20 metros. La pintura con la que ganó la bienal es de 1.20 x 1.40 metros.

Para 2016, adelanta, la idea es hacerlos un poco más grandes de 2 x 3 metros. Asimismo, debido a esa dinámica para pintar un cuadro, lo deseable es hacer un video en el que se vea cómo el grupo está pintando y se escuche lo que se platica, como una forma de testimonio con la finalidad de explicar el proceso creativo en conjunto.

En febrero próximo, señala Antonio Ortiz Gritón, expondrá algunos de sus cuadros en la Galería Arto, ubicada en la colonia Roma.