El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y la empresa portuguesa Mota-Engil, que integraron la Sociedad Generadora Fénix, ya obtuvieron del gobierno federal las concesiones para uso y explotación de 14 plantas de generación hidroeléctrica que fueron de Luz y Fuerza del Centro (LFC); les entregaron la central termoeléctrica Jorge Luque. También recibieron 38 predios y 25 naves industriales de talleres y fábricas de producción de suministros de energía.

En el mitin Agradecimiento al pueblo, con el que este sindicato conmemoró su 101 aniversario, el secretario general, Martín Esparza, señaló lo anterior y sostuvo que ya se firmó el contrato colectivo de trabajo con la sociedad Fénix, y empezaron a trabajar los primeros electricistas que se mantuvieron en resistencia y no se liquidaron, e incluso ya están inscritos al Seguro Social.

En el Monumento a la Revolución, acompañados de integrantes del Sindicato Nacional de Mineros, gremios del transporte, la educación y otros, el dirigente dijo: Pretendieron disolver al SME e irse contra los jubilados, pero esta batalla terminó el 6 de octubre pasado, cuando el comité central firmó el nuevo contrato colectivo de trabajo, que permite preservar el sindicato y su registro.

Lo siguiente es la contratación de los trabajadores, el diagnóstico de las plantas de generación, los programas de obra de inversión, poner en marcha las instalaciones que dejaron abandonadas, reactivar los talleres y con mucha satisfacción decimos que en ninguna hidroeléctrica, ni en la termoeléctrica Jorge Luque, hay un solo trabajador de la Comisión Federal de Electricidad, gracias a la lucha del SME, expuso.

Agregó que hay un marco regulatorio distinto, con el cual se analizarán las opciones de trabajo para los más de 16 mil trabajadores en resistencia; habrá trabajo para todos los que no se liquidaron, aseguró.