Investigadores mexicanos participaron en la edición de un libro único en su tipo en el que se abordan los más recientes estudios en los llamados eventos extremos y el impacto de éstos en lo social y económico.

La obra se titula Eventos expremos: observaciones, modelado e implicaciones económicas, la cual describe las consecuencias de esos fenómenos.

En información difundida por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), se detalla que el interés por estudiar eventos extremos se ha incrementado entre los científicos. Éstos abarcan un amplio espectro en las ciencias de la Tierra y en otras áreas, incluyendo las ciencias económicas y sociales.

Los eventos extremos se distinguen por estar en los límites de los parámetros que caracterizan a los diferentes procesos o fenómenos. El temblor y maremoto ocurridos en Japón en marzo de 2011; el sismo de Chile y el huracán Katrina son ejemplos de fenómenos geofísicos con capacidad destructiva y que están en el extremo de los parámetros de ocurrencia de los movimientos telúricos, tsunamis y fenómenos heterelógicos.

La obra fue editada por Mario Chávez, del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México; Jaime Urrutia, presidente de la AMC y miembro del Instituto de Geofísica de esa casa de estudios, y Michael Ghil, de la Universidad de California en Los Ángeles. Fue publicada por la Unión Geofísica Americana (AGU, sus siglas en inglés).

El objetivo del libro, de 438 páginas, dedicado a la memoria de los sismólogos Vladimir Kellis-Borok, ruso, y Emilio Rosenblueth, mexicano, es analizar los fundamentos y las consecuencias de los fenómenos geofísicos extremos como los impactos de asteroides, el cambio climático, terremotos, maremotos, huracanes, deslizamientos, erupciones volcánicas climáticas, inundaciones y el clima espacial. También aborda los impactos económicos asociados a los mismos.

Esos fenómenos afectan cada año a millones de personas, particularmente a los más pobres. Según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), es el calentamiento global el que genera que la frecuencia y la intensidad de los eventos meteorológicos y climáticos extremos se incremente. Esta instancia ha señalado que su número seguirá aumentando a raíz del cambio climático. Ello, sumado a la vulnerabilidad humana, los ha transformado en desastres climáticos.

Los autores destacan que la comprensión y la obtención de modelos de esos eventos son fundamentales para el desarrollo de estrategias mundiales oportunas para la predicción de los fenómenos extremos naturales y antropogénicos, con la finalidad de mitigar las consecuencias adversas.

El libro, que se presentó ayer en San Francisco, California, en el Congreso de la AGU –que empezó este lunes y concluira el viernes–, es único en la medida en que se dedica a los recientes estudios teóricos, numéricos y empíricos que apuntan a mejorar la comprensión, la obtención de modelos y predicción de fenómenos extremos en las ciencias de la Tierra, y la evaluación cuantitativa de sus consecuencias económicas. El énfasis está en el enfoque integrador de la evaluación de los fenómenos físicos y sus impactos socioeconómicos, detalló la AMC.

La idea es que Eventos extremos: observaciones, modelado e implicaciones económicas sea una obra de consulta importante para los investigadores y profesionales en los campos de análisis de peligros y riesgos en general, así como para los interesados en el cambio climático, las ciencias atmosféricas y oceánicas, la sismo-tectónica, la hidrología y la meteorología espacial.

El congreso de la AGU es la reunión de especialistas en geociencias con la mayor asistencia a escala global. En esta su 48 edición se tiene previsto que participen 24 mil expertos y se hagan 23 mil presentaciones en la semana.

La Unión Geofísica Americana tiene 62 mil miembros de 144 países. Fundada en 1919, se dedica a la organización y difusión de la información de esa área científica.