La liberación de Adrián Vázquez Lagunes, chofer de transporte público, acusado por la Procuraduría General de la República (PGR) de ser un narcotraficante de alto nivel, demuestra la estrategia fallida de seguridad para combatir el crimen organizado, afirmó Amnistía Internacional (AI) México.

Vázquez Lagunes, de 33 años, fue detenido en Tijuana, BC, en septiembre de 2012, y torturado para declararse culpable. Luego de tres años en prisión un juez local resolvió que no había evidencia para sostener los cargos en su contra y ordenó su liberación, la cual se concretó la noche del martes.

Madeleine Penman, investigadora para México de AI, dijo que el caso de Adrián es un ejemplo más de cómo la estrategia de seguridad del gobierno mexicano ha fallado para combatir el crimen organizado, y en su lugar está creando condiciones para torturar a las personas que son detenidas.

En un comunicado, AI México aseguró que Adrián y su familia merecen una reparación integral por el sufrimiento físico y emocional que les ha sido causado por la permanencia injusta en prisión. El organismo internacional relata que tras su detención, Vázquez Lagunes permaneció durante 12 horas bajo custodia de la policía estatal, tiempo en el que sufrió amenazas, palizas y semiasfixia.

La policía le introdujo agua por la nariz. Después lo presentaron ante los medios de comunicación afirmando que era un conocido narcotraficante, señala AI. Desde su detención, la defensa de Adrián demostró que el vehículo en el que éste viajaba no era robado, que su detención fue arbitraria y que las autoridades no pudieron comprobar ningún ilícito vinculado con posesión de armas y drogas.