Coeditado por el Conaculta y el sello La Caja de Cerillos
Sábado 28 de noviembre de 2015, p. 9
El libro Todo por amor revela la vida privada
de Germán Valdés Tin Tan, afirmó la autora e hija del pachucote, Rosalía Valdés, en conferencia de prensa, en la que se presentó dicha obra que se centra en la tórrida historia de amor
de su progenitor y de Rosalía Julián, su madre.
Él, pachucote del cine nacional, ídolo inolvidable; ella, “encantadora cantante a quien acogió como su amor infinito; entre ellos, un mar de historias apasionadas. Así, mediante sus correspondencias y sus fotografías conocemos y reconocemos los recorridos de Tin Tan, no sólo en su dimensión pública, sino en su vida íntima que hoy, a 100 años de su nacimiento, seguimos celebrando”.
En la Sala 4 de la Cineteca Nacional se presentó Todo por amor, coeditado por la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y la editorial La Caja de Cerillos. Ahí se dijo que Tin Tan es uno de los más entrañables personajes de la época dorada del cine nacional.
Se expresaron agradecimientos al Conaculta y a la Cineteca Nacional, que hicieron posible realizar esta obra, de manera particular a Alejandro Pelayo, director de la Cineteca, instancia que ayudó al facilitar sus archivos. Los editores, se destacó, son creadores; este libro tiene una propuesta visual que promueve su lectura. Es una mirada a una época a través de una historia de amor.
Hizo suya la cultura chicana
David Maciel, chicanólogo, expuso: “No se le ha hecho justicia a Tin Tan. Todo mundo le dice pachuco, pero hasta ahí, y mi tesis es que el pachuco es lo chicano, es la cultura chicana, de la que Tin Tan se empapó e hizo suya, cuando en los 40 se usaba el término pocho y no el de pachuco, pero es la misma cosa.
“Éramos agringados y dábamos la espalda a México. Tin Tan fue la primera figura, no sólo del cine, sino de la cultura mexicana, que abordó con sensibilidad, gusto y alabanza nuestra cultura, nuestra mexicanidad.
“El zoot suit, como se llama al traje de Tin Tan, no sólo distinguía a los mexicanos. También a los afroamericanos; si recuerdan, en la película de Spike Lee Malcolm X trae un zoot suit. Ese traje era universal, y no se ha interpretado lo suficiente. Tin Tan estuvo un tiempo en Juárez, ciudad fronteriza con El Paso. Todos los estudiosos del término chicano dicen que el término y el concepto se originaron en El Paso, Texas, pero se extiende por todo el suroeste, y así lo hace Tin Tan, figura bilingüe y bicultural.
“A eso tenemos que darle un crédito tremendo. Si ven cine gringo, se enterarán de cómo trata a los mexicanos. Tan sólo hay que ver cintas como El hombre sin patria; el título lo dice todo.
“¿Cómo nos veía Octavio Paz en El laberinto de la soledad? En el primer capítulo –que no sé por qué escribió–, Los pachucos y otros extremos, dice: ‘Como es sabido, los pachucos son bandas de jóvenes generalmente de origen mexicano que se simbolizan tanto por su vestimenta como por su conducta y lenguaje. Su actitud es una fanática voluntad de ser. El pachuco no quiere volver a su origen mexicano; tampoco, al menos, a apreciarlo. El pachuco es un clown insaciable y siniestro, que no intenta hacer reír y que provoca terror. Esta actitud sádica hace un deseo de autohumillación’
“¿Para qué sigo? Vivo en Los Ángeles y no conozco a nadie como él describe. Pero no sólo es Paz. El cine mexicano nos trataba así, y el de allá no nos trataba mejor, y hasta en las fuerzas armadas, donde había excusados para blancos y negros, y para mexicanos. El racismo estaba tremendo y esa era la visión de ambos mundos sobre los chicanos. Tin Tan fue el primero en romper con eso y trajo esa cultura al Distrito Federal. No por nada Carlos Monsiváis decía: ‘Tin Tan es el primer mexicano del siglo XXI’, por el spanglish. Fue pionero en (crear) lazos, puentes, de lo que llamo los dos Méxicos.”