Sociedad y Justicia
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Personal de salud debe remitirlas a esos sitios, según NOM

ONG: llegan sólo 5% de mujeres agredidas a refugios

Los médicos no detectan a víctimas de violencia, dice Wendy Figueroa

 
Periódico La Jornada
Viernes 27 de noviembre de 2015, p. 44

La norma oficial mexicana (NOM) 046 sobre violencia familiar y sexual contra las mujeres, dispone que el personal de salud debe identificar a las víctimas y remitirlas a instancias de protección, como a refugios, pero sólo 5 por ciento de ellas llega por esa vía, afirmó Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios.

Hay un hueco impresionante porque los médicos son el principal contacto con las agredidas, pero no las detectan y, generalmente, dan por buena la versión de que se cayeron o se pegaron con la puerta. En ocasiones, acuden acompañadas del agresor y no pueden hacer la denuncia, pero los trabajadores de salud cuentan con herramientas para ubicarlas y apoyarlas, indicó.

Hay algunas preguntas específicas que se pueden plantear para dar a las mujeres la confianza para que digan lo que les ocurre, así como la certeza de la confidencialidad, pero tampoco se aplican y eso coloca en situación de mayor vulnerabilidad y desventaja a las víctimas de violencia, señaló la especialista.

Ayer, Fundar, Centro de análisis e investigación, presentó el diagnóstico sobre los refugios en la política pública de atención a la violencia contra las mujeres, el cual recalca que la carencia de una estrategia nacional clara y eficiente sobre el tema se refleja en situaciones como que las casas de seguridad tengan que funcionar sin dinero, en ocasiones hasta por seis meses.

Si bien 90 por ciento de su financiamiento lo obtienen de la participación en los concursos que organiza el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR) de la Secretaría de Salud, es frecuente que por cuestiones administrativas los recursos no lleguen con oportunidad.

Eso coloca a los refugios en situaciones complicadas, pues pierden parte de su planta laboral y en ocasiones tienen que cerrar temporalmente, comentó Figueroa. A eso se suma la constante disminución de las asignaciones en el presupuesto del gobierno federal y el desconocimiento de autoridades sobre las necesidades reales de esos sitios.

Figueroa comentó que las convocatorias establecen limitantes para el uso del dinero que distribuyen, aunque tampoco hay claridad sobre los criterios para determinar los montos que cada organismo requiere. Tendrían que ir a las casas, quedarse ahí una semana y comprender por qué es necesario comprar una lavadora o restaurar los techos, dijo.

Sobre la aplicación de la NOM 046, la activista resaltó la importancia del ordenamiento, pues promueve el derecho de las mujeres a ejercer su sexualidad, dicta los lineamientos para la prevención y atención de las víctimas de violencia, pero no se aplica ni se difunde.

Las mujeres tampoco conocen de su existencia y cuando llegan a los refugios, con frecuencia refieren haber acudido a los servicios de salud en algún momento de su historia de violencia, pero no recibieron la información ni se les detectó como víctimas.

Es incomprensible que esto ocurra porque es claro que hay diferencias entre un accidente y un golpe. Lo peor es que esas mujeres son las que al final llegan a los refugios, pero cuando ya han sufrido agresiones mayores que han puesto en peligro su vida.