El Partido Acción Nacional (PAN) reformó ayer su estatuto para crear una comisión anticorrupción, durante una asamblea nacional marcada por el regreso del ex presidente Felipe Calderón al instituto, luego de tres años de distanciamiento y de incluso haber manejado la posibilidad de abandonar esta fuerza política si no resolvía los diversos problemas que padece, entre ellos el de la corrupción interna.

En su retorno al blanquiazul, Calderón, quien asistió junto con su esposa Margarita Zavala, fue el más ovacionado por la militancia, reunida en un salón del Centro Banamex, y también el más elogiado por el dirigente Ricardo Anaya.

Según el queretano, los ciudadanos están decepcionados del actual gobierno por sus magros resultados y en cada comunidad le dicen: Estábamos mucho mejor con Felipe Calderón.

Allegados al ex mandatario rechazaron que los halagos de Anaya y la presencia de éste en el encuentro, a invitación del dirigente, signifique la existencia de una alianza entre ambos personajes, aunque abona a la distensión.

Durante el inicio de la 18 Asamblea Nacional Extraordinaria, el presidente del PAN llamó a la militancia a la unidad, pues la mejor receta para la derrota es la división –dijo–, y aprovechó para fustigar a sus adversarios.

Por el bien de México ni más priísmo de los viejos vicios, ni el estatismo depredador de (Andrés Manuel) López Obrador, expresó ante más de 3 mil delegados procedentes de todo el país y miembros de la cúpula blanquiazul, como los gobernadores de Guanajuato, Miguel Márquez, y Baja California Sur, Carlos Mendoza; la ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota, la aspirante a Los Pinos Margarita Zavala, el ex secretario de Gobernación Santiago Creel y el ex jefe nacional Gustavo Madero, quien por cierto dio un frío saludo a Calderón, como reflejo de las disputas que tuvieron por la dirección de esta fuerza política.

Asimismo fue poco expresivo cuando se encontró con su sucesor, con quien rompió al haber sido designado coordinador parlamentario en San Lázaro.

Anaya también se mostró convencido de que Acción Nacional regresará a Los Pinos en 2018, porque es la verdadera alternativa de cambio en el país, y más adelante precisó que seguirá denunciando la brutal corrupción en el gobierno federal priísta.

Con Calderón a su lado izquierdo en el presídium, recordó el viejo refrán de que el buen juez por su casa empieza y, por ello, agregó que uno de los temas principales de la reforma estatutaria es la creación de un sistema interno de combate a la corrupción.

Entrevistado tras la inauguración de la asamblea, Calderón señaló que lograr la unidad del partido no sólo depende de la voluntad, sino también de que existan diversas condiciones, como equidad en la elección de dirigentes y candidatos, así como la depuración del padrón de militantes, el cual –indicó– está alterado y manipulado y no permite un ejercicio democrático.

Si Anaya tiene la voluntad de construir condiciones de equidad y de postular a los mejores candidatos, no a quienes tengan mayor capacidad de reclutamiento de rebaño interno, entonces se puede construir unidad, expuso en apoyo a las aspiraciones de su esposa.

Por su lado, Zavala secundó la posición de su cónyuge en torno a la unidad, al destacar que ésta no significa que todos piensen igual, sino que haya un acuerdo en las reglas y la certeza de que no habrá privilegios para nadie.

Sobre las acciones de corrupción que pesan contra Guillermo Padrés, ex gobernador de Sonora, Calderón dijo que deben aclararse todas las dudas que hay. La comisión respectiva, que preside Luis Felipe Bravo Mena, debe abordar los puntos donde haya cuestionamientos acerca de la honestidad de gobernantes, dirigentes o militantes panistas, subrayó.

El ex jefe del Ejecutivo hizo un llamado a los panistas decepcionados a que no renuncien al partido y hagan un último esfuerzo en favor del instituto.

Acerca de los cambios del estatuto, los asambleístas desahogaron en poco más de una hora el proyecto, por el cual se armoniza la norma panista a la reforma electoral. Esto, luego de que 26 de las 53 reservas presentadas al clausulado se retiraron. Entre las modificaciones se encuentran la paridad de género en los órganos de dirección del PAN y la creación de un mecanismo que garantice el acceso a la información y la transparencia.