Autoridades bajo amenaza
La basura, el arma
ace algunos meses, por las calles de la delegación Cuauhtémoc empezaron a circular pequeños vehículos con hologramas del gobierno de la ciudad. Parecían entonces el gran remedio a un servicio malo y cada vez más molesto.
Como siempre sucede con las cosas buenas, los camioncitos desparecieron tan rápido como hicieron su aparición, y las calles se volvieron a ver obstaculizadas por los enormes transportes de desperdicio que no respetan leyes, y que cuentan con la complicidad de las autoridades para hacer lo que les viene en gana; por ejemplo, romper con todos los ordenamientos de tránsito sin que exista alguna sanción en su contra.
La cosa es que la gente empleada para la recolección de basura esta afiliada, casi toda, al sindicato de trabajadores del DF, al que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, ha tolerado durante los últimos tres años, porque existe la amenaza de los líderes de llevarse su organización, completita, al PRI, en caso que no se cumpla con sus demandas. Así que los trabajadores de limpia, como es obvio, sólo responden a los jefes del control político sindical y no a las autoridades del gobierno, a quienes, como ya dijimos, las tienen bajo amenaza.
No sabemos si en otras delegaciones pasó los mismo. El ex jefe delegacional Alejandro Fernández nos explicó por aquellos días que se habían comprado tres camiones de basura y un brazo hidráulico, si no mal recordamos, para las tareas de recolección.
También nos avisaba que esas compras estaban ligadas a las disposiciones que la gente había colocado como una de sus prioridades en el llamado presupuesto participativo, desde donde ya se avizoraba el problema cada vez mas agudo de la recolección de desperdicios en el DF, y el conflicto vehicular que causaban entonces, que se ha convertido en insoportable, ahora que con la desaparición de las prohibiciones para circular por problemas de contaminación, ha mandado a la calle a muchos más vehículos que los que circulaban a diario por la ciudad.
Hasta 2011, en el DF existían 2 mil 485 camiones recolectores de basura, más o menos, pero las condiciones de cada uno era, y es, lamentable. Hoy día hay vehículos de este tipo que tienen 30 años de trabajo continuo y no se les da el mantenimiento adecuado ni se les sustituye por alguno más moderno, es decir, mejor equipado.
Hoy no sabemos con certeza cuántos vehículos de este tipo bloquean las calles de la ciudad, pero entendemos que el gobierno de Miguel Ángel Mancera intenta poner orden en el asunto, y aunque la compra de esos vehículos corresponde a las delegaciones, con sus recursos, el gobierno de la ciudad ha operado para que se hagan las primeras compras de nuevos camiones recolectores, aunque esto, se mire como se mire, no resuelve el problema de las afectación al tránsito vehicular que causan los choferes de los mismos. Entonces, ¿quién va a poner orden?
De pasadita
Y ya que andamos por las calles de nuestra metrópoli nos parece importante informarles que las terribles horas que pasan ustedes sentados al volante de sus automóviles, por ejemplo, no tienen remedio. La señora Tanya Müller, que funge –¿o finge?, bueno, para el caso es lo mismo– como secretaria de Medio Ambiente, reconoce que sí, que hay un incremento en los vehículos que circulan día con día por el Distrito Federal.
Las cifras que dan idea del tamaño del problema son las que siguen: hasta hace un año, en el DF circulaban 2 y medio millones de vehículos a todas horas; hoy que casi todos pueden obtener la calcomanía cero para recorrer las calles de la ciudad; todos los días hay 4 millones y ni así la funcionaria cae en la cuenta de que seguir achicando calles para que circulen los ciclistas es un crimen contra el medio ambiente. Eso sí, lo que debe tener por seguro es que tarde o temprano alguien la demandará por lo que causa su necedad.
