Las mujeres escriben y son publicadas, pero no siempre fue así. Ellas leen y lo hacen más que los hombres.

Esos son los dos temas que la socióloga, escritora e investigadora Sara Sefchovich desmenuza en su nuevo libro El cielo completo: mujeres escribiendo, leyendo (Editorial Océano), que se convierte en un repaso de los cambios que ha habido para el género femenino a lo largo de varios siglos, no sólo en México sino en América Latina, y algunos de los casos más emblemáticos de la literatura universal: de Sor Juana a Marguerite Yourcenar, Virginia Woolf o Anne Sexton, de las que han escrito una sola novela y las cronistas a las que se erigen en bestsellers.

Ese libro es resultado de 40 años de trabajo en los que se han dado los cambios más importantes en muchos terrenos, pero en concreto en este tema de las mujeres que escriben, no tanto de las que leen. Cuando empezamos a estudiar este tipo de temas, digamos en la segunda mitad del siglo XX, que fue cuando empezó esa segunda ola del feminismo en el mundo y en México, una de las líneas fue lo que escriben las mujeres. Había una diferencia muy clara entre lo que escribían, si no todas, la mayoría de ellas, y lo que escribían los hombres, expresa la profesora universitaria a La Jornada.

En ese momento las mujeres, añade, apenas comenzaban a dejar oír su voz, a ser publicadas; se rescataba a las que habían escrito, desde la Colonia en países como México, pero sobre todo desde finales del siglo XIX y principios del XX, y comenzábamos a notar sus temas, a conocer qué les agradaba, les desesperaba, les daba miedo, y todo está confinado al mundo muy pequeño en el que vivían. Esto ha cambiado definitivamente.

Olvido en feministas jóvenes

El libro El cielo completo... comienza con una serie de preguntas y respuestas respecto de lo que ocurría con los escritos de las mujeres.

Sefchovich se desplaza hacia un catálogo de escritoras que es al mismo tiempo una descripción de cómo ha cambiado la forma de escribir de la Colonia a la actualidad, desde el sufrimiento de las que no podían decir nada, modelo Alfonsina Storni, que no se atrevían a hablar de su erotismo y que terminan en suicidio, hasta las que como Marguerite Yourcenar ya no apuntan a temas de mujeres sino a cuestiones históricas mucho más generales, pasando en medio por todas las posibilidades que quieras: las que dan voz a otros, como las cronistas, las que hacen distintos tipos de novela hablando de lo que pasa en India, China, Estados Unidos, Francia... un poco ver toda esa temática de las mujeres.

Más todavía, en El cielo completo… se recorren esos cambios con una intención mayor: convertirse en la memoria de lo que fue para las mujeres no sólo escribir, sino ser publicadas, reconocidas y leídas.

Lo que aporta esta obra “es enterarnos de las diferentes condiciones y situaciones en que puede vivir una mujer. A uno se le olvida, uno tiende a perder esa memoria. Si yo, que viví en el México de hace 30 años, se me olvida lo que significaba poder decir ciertas cosas o no, eso no lo podíamos hacer, lo que significaba poder publicar o no, encontrarte y desenterrar el texto de alguna mujer y no haber tenido idea de que eso existía. Todo ese cambio que se ha dado es importante no olvidarlo y rescatarlo, la memoria es fundamental.

“He visto y reclamo en otros libros míos, sobre todo en ¿Son mejores las mujeres?, cómo a las feministas jóvenes se les olvida lo que tienen para agradecer a las feministas de hace 50 años, y creen que el mundo está dado como ellas lo recibieron.

Me parece importante rescatar eso y aprender a ver que hay muchas mujeres que están escribiendo, que ya no hay un tema, o un modo; nunca lo hubo, pero hay más diversidad ahora, y que necesitamos conocer aquellas literaturas a las que no tenemos acceso por cuestiones de geografía, de lenguaje y que podemos quizá ayudar a que eso salga, porque es importante ver qué es lo que está pasando.

El libro no es complaciente con lo que ocurre hoy en México, tanto con las escritoras como con el mercado editorial.

–Podrían decirle que no apoya a la literatura escrita por mujeres.

–Me acusan de todo. Afortunadamente tengo una edad en que eso no me preocupa. Cuando escribí Atrévete, en el que digo que en manos de las madres de los delincuentes está parte de la solución a la violencia, me reclamaban las feministas –a las que pertenezco toda mi vida– y me decían: Más trabajo a las madres. Pasará también con este libro, pero es lo que pienso y ni modo, ojalá me lo refuten con buenos argumentos.

El cielo completo… (la explicación del título la encontrará el lector en la parte final) será presentado el primero de diciembre en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, con la presencia de la autora y Juan Villoro.