Grupo Alta pretende declarar en quiebra su empresa de teléfonos públicos que funcionan con monedas, al carecer de recursos para entregar rendimientos y devolver inversiones a 2 mil 800 personas involucradas en ese negocio, revelaron afectados.

Advirtieron que, inicialmente, los fundadores de Grupo Alta les plantearon devolverle su inversión, la cual era de por lo menos 72 mil pesos por cada cabina telefónica, por conducto de otro de los negocios del grupo, Alta Servicios Financieros, una sociedad financiera popular (sofipo) como la quebrada Ficrea, pero el miércoles les anunciaron que se fusionará con otra sofipo llamada FinAmigo.

Dicha operación ya fue autorizada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y sólo falta el anuncio oficial, según notificaron a los afectados Salvador Abascal y Luis López Panadero, fundadores de Grupo Alta, durante una reunión que se llevó a cabo la semana pasada con representantes de los inversionistas.