Sábado 14 de noviembre de 2015, p. 29
Madrid.
La crisis abierta entre Cataluña y España sigue en un punto álgido. Sin embargo, en estos momentos el principal escollo para el bloque independentista es llegar a un acuerdo para elegir al futuro gobierno, que en teoría será el responsable de dirigir a la región a la construcción de una nueva república
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El principal líder de la Candidatura de Unidad Popular (CUP), Antonio Baños, insistió ayer en que no apoyarán la investidura de Artur Mas, actual presidente en funciones de Cataluña y candidato a la relección por la fuerza mayoritaria Junts pel sí, que en los comicios del pasado 27 de septiembre obtuvo 62 escaños.
Mas necesita el apoyo de los 10 diputados de la CUP para asumir de nuevo el cargo de presidente de la Generalitat y comandar así el proceso de desconexión
unilateral de Cataluña del Estado español, pero la formación de izquierda insiste en que no cambiará su postura.
Junts pel sí y la CUP aprobaron el pasado lunes por mayoría absoluta la moción soberanista, en la que advirtieron que en 30 días Cataluña tendrá seguridad social y hacienda pública propias, que servirán como los cimientos de un nuevo Estado.
El acuerdo llegó hasta ahí, una vez que en las sesiones parlamentarias del martes y jueves pasados se volvió a poner de manifiesto el desencuentro entre las dos fuerzas que pugnan por la independencia.