Brasilia.

Miles de brasileños protestaron este viernes en Brasilia contra Eduardo Cunha, jefe de los diputados, investigado por corrupción en Petrobras y evadir impuestos, quien ha declarado la guerra al gobierno de Dilma Rousseff e impulsa una agenda conservadora en el Congreso.

Cunha, quien integra la poderosa bancada evangélica del Congreso, maneja desde el comienzo del año la agenda política en Brasil y tiene en sus manos la decisión de abrir o no un proceso de impeachment contra la mandataria.

Acusado de mentir a sus colegas, al negar que tenía cuentas en el extranjero, también es objeto de un proceso disciplinario que podría poner fin a su mandato.

Estudiantes, sindicalistas e integrantes de movimientos sociales protestaron pacíficamente para pedir que Cunha renuncie a la jefatura de la cámara baja y criticaron su agenda conservadora, la cual busca reducir la edad de responsabilidad penal, dificultar el aborto en casos de violación, flexibilizar la portación de armas y restringir el concepto de familia a la unión entre hombre y mujer.

Los manifestantes caminaron pacíficamente rodeando el enorme cantero frente al Congreso, donde acampa un grupo pro impeachment que quiere la salida de la presidenta y que tiene previsto protestar contra Rousseff este domingo.

Por las leyes que está impulsando y los escándalos de corrupción que lo involucran, Cunha tiene que dejar la presidencia de la cámara para que Brasil pueda seguir el rumbo del desarrollo, consideró José Lourenço Souza Días, dirigente del sindicato de profesores de Bahía (noreste), quien participó en la protesta.

Más movilizaciones están previstas en Río de Janeiro, Sao Paulo y otras ciudades del país. Tras ser acusado por la fiscalía de cobrar sobornos en un megaescándalo de corrupción en la estatal Petrobras, Cunha, integrante del PMDB, el partido de coalición que gobierna junto con Rousseff, declaró la guerra abierta al Ejecutivo.