Para celebrar el sesquicentenario del montaje en México de Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, que en 1865 dirigió aquí el propio autor, la Compañía Nacional de Teatro Clásico Fénix Novohispano ofrecerá dos únicas funciones frente a la capilla de la emperatriz, dentro del Palacio Nacional: hoy y el próximo sábado a las 19 horas, con entrada libre.

La obra figura en el repertorio de la agrupación encabezada por el creador escénico Francisco Hernández desde hace nueve años y desde hace cinco la escenifica en ese recinto.

Queremos recordar esa efeméride: el 4 de noviembre de 1865, cuando 200 personas asistieron a ver esa obra, cuya maravilla es que la dirigió su autor, dice Hernández.

José Zorrilla (1817-1893) vivió 11 años en la ciudad de México, de 1855 a 1866. Es extraordinario que el escritor y dramaturgo haya dirigido su propia pieza; él que venía, por decirlo de alguna manera, huyendo de la misma, la cual fue tan célebre que marginó todo su demás trabajo, unas 25 obras de teatro, las cuales muy pocos recuerdan, apuntó el director del montaje.

Propuesta de Maximiliano

Maximiliano de Habsburgo propuso a Zorrilla crear una primera compañía nacional en México, porque el emperador y Carlota habían aprendido el idioma español con su Don Juan Tenorio, cuenta Hernández.

Zorrilla aceptó y le dieron mil pesos para obras de tragedia y otros mil para comedias. Sin embargo, Maximiliano quiso que la agrupación se estrenara con la famosa obra y mandó construir un teatro en el salón de bienes de Palacio Nacional.

Según Hernández, Don Juan Tenorio, de Zorrilla, es la obra que más público ha formado en la historia del teatro en México.

La pieza, expresa, “tiene gran vigencia, pues maneja ciertos valores que como mexicanos tenemos en el inconsciente. Desde la culpa y el arrepentimiento hasta el amor que cambia la conducta del personaje y se va al cielo.

Se trata de un sujeto que mata a 32 hombres, viola a 73 mujeres y no hay castigo, como ocurre ahora en el país. Pasa desapercibido, como pasa hoy, pero como estamos inmersos en el culto católico, en el que todo se nos perdona al final, pues no hay castigo y nada pasa. Como Don Juan encontró el amor, eso lo hace sano y salvo, expresa el creador escénico.

Antes y después de esa histórica representación dirigida por el dramaturgo español, hubo una lectura de poemas dedicados a la pareja imperial. Haremos algo similar, será un sorpresa.

Markin López (Don Juan) y Luna Beltrán (Doña Inés) encabezan el elenco. Se recomienda llegar con anticipación, pues la entrada es gratuita.