East Rutherford, NJ.

Los Jets esperaban hacer un milagro y no se consiguió cuando el pase de Ryan Fitzpatrick fue interceptado y los Bills de Búfalo ganaron 22-17 con una exagerada celebración de Rex Ryan en el MetLife Stadium ante la derrota de su ex equipo.

Los neoyorquinos reaccionaron en las postrimerías del encuentro en busca de la remontada que jamás se dio, con oportunidades que se les fueron de las manos, en el comienzo de la semana 10 de la NFL.

Un titubeo del mariscal de campo Tyrod Taylor, que fue derribado por dos feroces cazajets, dejaron el balón en la yarda 15 de los Bills. Después avanzaron y estuvieron en la antesala de la anotación que jamás se concretó cuando el disparo de Fitzpatrick quedó lejos de su receptor en la zona roja, a cuatro minutos de concluir el último episodio.

La rivalidad de dos equipo divisionales que presentaron nuevos uniformes comenzó con el gol de campo del pateador local Randy Bullock, de 29 yardas.

De inmediato vendría la respuesta de los Bills con una intercepción y el gol de campo de Dan Carperter, de 47 yardas.

Para el segundo cuarto, Búfalo logró una anotación luego que Duke Williams tocó el timbre para poner la pizarra 12-3, tras el error de los neoyorquinos con el balón suelto del novato Devin Smith.

Los Bills se despegaron con la anotación de Karlos Williams con un pase de 26 yardas de Taylor, y el gol de campo de Carpenter (29), dejando los números 22-3.

Vendría la reacción de los Jets. Fitzpatrick se combinó con Brandon Marshall y consiguieron la anotación (22-10) en el tercer cuarto, porque al siguiente, los neoyorquinos respondieron con otros siete puntos de Eric Decker, de 31 yardas (22-17), y esperaban un milagro, pero no llegó.

La victoria deja a Bills con 5-4, igual que los Jets, en un duelo de rivales de división.

Por su parte, Dez Bryant explotó dentro del vestidor de los Dallas Cowboys en Valley Ranch y comenzó a insultar a periodistas, al considerar que ha habido un trato injusto para el equipo por los medios y un supuesto comentario racista hacia su compañero Devin Street.

El receptor emprendió su coraje contra reporteros quienes recibieron el apoyo de varios colegas y de empleados del equipo al negar los supuestos insultos racistas.