Berlín.

El cuento de verano se ha convertido en pesadilla: después de tres semanas de enredo, el presidente de la Federación Alemana de Futbol (DFB, por sus siglas en alemán), Wolfgang Niersbach, anunció su dimisión, a consecuencia del escándalo de corrupción relacionado con dar la sede del Mundial 2006 a su país.

Miembro del comité ejecutivo de las federaciones Internacional de Futbol Asociación (FIFA) y la europea (UEFA), cargos que pretende mantener, Niersbach es uno de los hombres más poderosos del balompié internacional y hasta el estallido de este escándalo era considerado uno de los favoritos para suceder a Michel Platini al frente de la confederación europea, en caso de que el francés diera el salto a la FIFA.

En una reunión en la sede de la DFB en Fráncfort, Niersbach, de 64 años, aseguró que no tiene nada que reprocharse, pero que dejaba el cargo por “responsabilidad política.

“Estuve ahí desde el primer día de la licitación para el Mundial de 2006 y recorrí todo el camino hasta el final de un ‘cuento de verano’, trabajando a lo largo de todos estos años de manera limpia, digna de confianza y correcta”, añadió Niersbach, quien agregó: puedo decir que personalmente me comporté de manera irreprochable.

De acuerdo con los estatutos, los vicepresidentes de la federación alemana (que cuenta con 6.9 millones de afiliados), Rainer Koch y Reinhard Rauball, asumirán de forma interina la titularidad del organismo. Rauball anunció que la investigación externa encargada por la DFB al bufete jurídico Freshfields Bruckhaus Deringer no ha concluido con la dimisión de Niersbach. Va a continuar, sin tener en cuenta la reputación o los méritos de las personas.

En el centro del caso, revelado el 22 de octubre por la revista Der Spiegel, están los 6.7 millones de euros que según Niersbach fueron transferidos a la FIFA en 2002, para asegurarse una subvención –170 millones de euros para la organización del Mundial 2006–, por el patrón de Adidas en la época, Robert Louis-Dreyfus. El día de la publicación, Niersbach dio una conferencia de prensa improvisada, en la que se mostró errático y dio explicaciones inverosímiles.

La semana pasada fueron revisadas la sede de la DFB y los domicilios de Niersbach y del ex presidente Theo Zwanziger, así como del ex secretario general de la federación Horst Schmidt. Todos están acusados de fraude fiscal, pero la fiscalía anunció que no podía perseguirlos por corrupción al estar prescritos los supuestos delitos.

Niersbach formaba parte del comité organizador de Mundial teutón que presidió Franz Beckenbauer, quien admitió un error, aunque descartó que esos 6.7 millones de euros sirvieran para comprar votos. Koch exigió que Beckenbauer dé respuestas integrales.

En Colombia también hubo dimisiones. El presidente de la federación, Luis Bedoya, renunció el sábado al cargo de forma irrevocable por los escándalos de corrupción en el seno de la FIFA. El Comité Ejecutivo de la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol) se reunirá 26 y 27 de noviembre en Río de Janeiro para tratar el tema de las dimisiones del brasileño Marco Polo Del Nero y ahora de Bedoya, ambos vicepresidentes de la FIFA en representación de la Conmebol.