En México las regulaciones en materia de Internet aún están en un hoyo negro en diversos ámbitos. Se requieren modificaciones a las leyes en materia de derecho comercial y civil, y sólo en última instancia en lo penal, aseguró el especialista Gilberto Santa Rita. Desafortunadamente, dijo, en el Congreso perciben que entrar en este último punto es políticamente más rentable, aunque existan otras prioridades.

Entrevistado sobre la situación que hay en México en relación con los derechos digitales, Santa Rita puso un ejemplo: “si gano una apuesta, no sé dónde cobrarla, o si me meto en un problema con una transacción bancaria, no sé a qué tribunal acudir ni qué rama del derecho se aplica. Habría que revisar prácticamente toda la regulación de movimientos de dinero por Internet, incluido lo que tiene que ver con el derecho fiscal y lo relacionado con el pago de impuestos o bien sobre las operaciones bursátiles.

Desafortunadamente, indicó, de lo que se ha conocido sobre las inciativas en la materia en el Congreso, la única pretensión es reformar el derecho penal con el objetivo de endurecer los castigos a quienes violenten estas disposiciones.

Sólo después de haber reformado todos estos ámbitos del derecho (mercantil, civil, etcétera), si es necesario, y de manera excepcional, se podría modificar la cuestión penal.

Propensos a la notoriedad

Para el especialista, en la reciente iniciativa del senador priísta Omar Fayad, centrada en el endurecimiento de sanciones, pero especialmente castigar aquellos tipos penales asociados a la libertad de expresión, hay una ignorancia del derecho y sólo una propulsión por la notoriedad y la rentabilidad electoral.

En materia penal, añadió Santa Rita, es quizás el ámbito donde hay mayor regulación en Internet, porque esta rama del derecho funciona de manera congruente y armoniosa, como si fuera un sistema eléctrico. Se ignora que muchos de los tipos penales ya están regulados en el Código Penal Federal, o en las leyes penales especiales, en las jurisprudencias.

Si se habla de regular la pornografía infantil, agregó, esto ya está contemplado en otras legislaciones; si se refiere a los fraudes o a la ursurpación de identidad a través de la red, también existen diversas disposiciones legales; sobre la difusión de contenidos de forma no autorizada o lo relativo a la revelación de secretos, igualmente ya existen disposiciones en otras leyes.

Por ello, el especialista se pregunta, ¿por qué la pretensión de endurecer las penas por la vía penal? Si viviéramos en Inglaterra o en Bélgica, donde el estado de derecho prevalece, pudiera uno conceder y decir que está bien modificar la regulación, pero México no es todavía una democracia consolidada, no hay transparencia; aún hay tortura policial y graves violaciones a los derechos humanos. Es muy delicado introducir todavía más derecho penal.

Los legisladores, precisó, deberían estar abocados a analizar cómo regular todas las conductas que hay en Internet, como el comercio, la interferencia de la información, la invasión de páginas que son de interés estatal, lo relacionado con los bancos, porque en ellos hay un verdadero hoyo negro. Hay cambios que se requieren hacer, pero el problema es que la única rama del derecho que les interesa cambiar es la penal, concluyó.