asta antes de la llegada de la nueva alcaldesa de Madrid, la ex jueza Manuela Carmena, el ayuntamiento hacía algo que casi ningún ciudadano sabía: el principal gravamen recaudatorio de la capital, el impuesto de bienes inmuebles (IBI), no lo cobraba por igual a todos. Ahora, cuando se ventilan tropelías o irregularidades cometidas en 20 años de gobierno del derechista Partido Popular (PP), se dio a conocer que cobraba sólo 80 por ciento de este pago a empresas multinacionales como Telefónica, Grupo Inditex (dueño de tiendas Zara) o el hotel Ritz, uno de los más lujosos de la ciudad.

Con esta decisión, Madrid ya no perdonará ni un centavo a los grandes magnates españoles, entre ellos el segundo hombre más rico del planeta, Amancio Ortega (dueño de Inditex), o los socios de una de las empresas de telefonía más rentables de Europa, Telefónica Movistar, que sólo este año ganó 70 por ciento más y obtuvo unos beneficios de casi 5 mil millones de euros. A pesar de estas ganancias, el ayuntamiento de Madrid les perdonaba 20 por ciento del IBI de sus tiendas y sedes principales.

Carmena, apoyada por su grupo Ahora Madrid y por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), pretende recaudar 24 por ciento más y tener más presupuesto para los numerosos y diversos proyectos de política social que tiene en marcha. Sólo con la anulación de esta medida de gracia a los grandes magnates españoles recuperará para las arcas públicas algo más de 12 millones y medio de euros (220 millones de pesos).

Armando G. Tejeda, corresponsal