Cuernavaca, Mor.

El ayuntamiento de Cuautla confirmó –con documentos de servicios públicos, salud y registro civil– que no hay ningún permiso para que en la comunidad de Tetelcingo funcione un panteón ni una fosa común y tampoco se informó de ninguna exhumación de los 150 cadáveres que la Fiscalía General del Estado (FGE) efectuó el 9 de diciembre de 2014 para recuperar el de Oliver Navarrete.

Por tanto, las fosas comunes que la FGE utiliza para inhumar cuerpos no reclamados o no identificados en los servicios médicos forenses de las zonas metropolitanas de Cuernavaca y oriente del estado, son clandestinas e ilegales, como las que tiene el crimen organizado, comparó María Concepción Hernández, madre de Oliver Navarrete, quien fue secuestrado, asesinado y enterrado en una fosa clandestina junto con otros 149 cadáveres, a pesar de que el cuerpo estaba plenamente identificado.

La mujer exhibió las copias de los documentos que le remitió el ayuntamiento de Cuautla, encabezado por el perredista Jesús González Otero. Entre ellos se encuentra un oficio fechado el 1° de julio de 2015, que el cabildo envió al agente del Ministerio Público adscrito a la Fiscalía Regional Oriente, Sergio Figueroa, quien había pedido informes sobre el supuesto panteón municipal en Tetelcingo, donde estuvo enterrado el cuerpo de Oliver Navarrete durante ocho meses y 12 días.

La respuesta del director de servicios públicos, Eduardo Samperio Mendoza, fue: Dentro de los archivos de esta dependencia no existe ninguna solicitud o permiso para el funcionamiento de un panteón en Tetelcingo.

En un memorando del 27 de enero de 2015, el director de salud municipal, Gonzalo Sánchez Hernández, informó al alcalde González Otero: En mi archivo no se cuenta con el documento requerido, pues en su momento no se le notificó de las actividades a realizar. Esto en respuesta a la solicitud de los familiares de Oliver Navarrete al alcalde para que les entregara copia del aviso de la FGE, si es que lo hubo, de que habían desenterrado unos 150 cuerpos en ese predio particular.

En un oficio del 3 de febrero de 2015, Esther Rodríguez Fuentes, jefa de panteones de la dirección de servicios públicos municipales, respondió a sus superiores: Ignoro la inhumación de las 150 personas en el pasillo principal del panteón de Tetelcingo, ya que ninguna autoridad lo hizo de mi conocimiento.

Adicionalmente, el ayuntamiento informó a la madre de Oliver que la FGE del estado nunca solicitó ni tramitó el acta de defunción de su hijo, por eso cuando lo volvió a enterrar (el 10 de diciembre 2014) debió tramitar esa acta, que tampoco se la querían dar porque decían que ya tenía mucho tiempo de muerto (junio de 2013).

Este viernes, el titular de la FGE, Javier Pérez Durón, dijo que se trata de una fosa común y que la dependencia tiene un convenio con Socorro Tlapala Guerrero, propietaria del predio localizado en esa comunidad indígena al norte de Cuernavaca.