Zozocolco de Hidalgo, Ver.

Los habitantes de este lugar, enclavado en la Huasteca, aún mantienen una relación permanente con la naturaleza: comen los frutos de los árboles que cultivan, como el mamey; toman champurrado, atole agrio, que es de maíz fermentado, o café, cuya producción ha decaído; el jabalí ya se lo comieron. Hay una reserva llamada El Colón, donde hay un cocodrilario y ahora a todo eso añadieron ser desde septiembre Pueblo Mágico.

Este sábado el centro se llenó de color y arrancó el Festival Internacional del Globo de Papel de China, con sus 12 picos, pues los totonacos establecían 12 puntos cardinales y no cuatro.

El sol cae a plomo. Corren el agua de horchata, las nieves, el pan de huevo de gallina roja, no abada; la calabaza en dulce, pinole, tequila, mole con pollo (que ayer todavía caminaba), tamales de muchos rellenos; costillas de cerdo; tortillas de maíz (unas 10 mil); plátanos de la inmensa variedad de la región, destacando el manzano, que es como mantequilla. De todo para todos y la presidencia municipal invita.

Lomas por todos lados. Pesa bajar, pero subir es un viacrucis. El Cristo de Iztapalapa acá no llegaría al Gólgota.

Aspecto del festivalFoto cortesía del municipio de Zozocolco de Hidalgo

La selva está cerrada. Ya no hay venado de cola blanca, pues ya se lo comieron. El tepezcuintle también ya se lo comieron. Sólo lo están rescatando en un criadero. En su hábitat come frutos dulces y eso le da un sabor exquisito a su carne y a los guisos. Cuesta unos 400 pesos el kilo. Es como un ratón grandote, pero sin cola. Es nocturno y en el día sólo duerme. Es nervioso y si oye un ruido se esconde.

Zozocolco es un Pueblo Mágico y quiere desarrollarse, pero necesita apoyo. Sus habitantes viven de la agricultura y de las artesanías. Algunos quieren ampliar el turismo y han creado hoteles con cabañas en un medio natural impresionante. Se oyen riachuelos, cascadas, insectos mil. Saben que el auge no será cosa de magia, sino de trabajo.

Este sábado mostraron sus danzas. Son el municipio que más sones aporta a la Cumbre Tajín. Una danza fue la de Carnaval, del municipio de Huehuetla, dirigido por Juan Carlos Arellano, quien explicó que su grupo lo integran 60 personas. Mostramos la lucha de indígenas con los conquistadores españoles. Yo aprendí de mi papá y mi hijo está aprendiendo de mí. Esto va a seguir.