Rubén García hijo y el veterano Rafael Martínez hicieron el 1-2 para el equipo Canels en la carrera que marcó el regreso de Nascar México al autódromo Hermanos Rodríguez ya remodelado.

Los motores volvieron a encenderse en la Magdalena Mixhuca, pero la velocidad y la asistencia se vieron disminuidas respecto de hace una semana en el Gran Premio de México de Fórmula 1.

Apenas unos 5 mil aficionados se hicieron presentes en las tribunas. Tal vez los enterados de que la cartelera de Nascar es doble en esta ocasión, que ayer se disputó la fecha 13 y hoy al mediodía se corre la 14, dentro de la fase final del campeonato, denominado Desafío, que concluirá el 22 de noviembre en Tuxtla Gutiérrez.

El capitalino Rubén García se afianzó en el liderato al llevarse la bandera a cuadros, en una carrera de muchos despistes y roces que varios pilotos atribuyeron a la nueva configuración del óvalo, trazado sobre el que se disputan las pruebas de Nascar.

Sin embargo, el veterano Rafa Martínez asumió que eso es parte de la esencia de esta categoría de autos stock, en la que se calientan los ánimos y se multiplican los roces.

Lo cierto es que imperaron las banderas amarillas de precaución, siete en total, y la carrera terminó por tiempo límite de dos horas cuando se negociaba el giro 114 de los 150 pactados al óvalo de 1.600 metros.

Afuera todo mundo estamos calmados. El problema es que en el vehículo, después de 30 o 40 minutos pierdes la cabeza, los que no la tienen bien puesta, pero es demasiado tiempo adentro. Te hablan de todos lados por radio y es fácil perder el control, dijo Martínez, quien escaló del quinto al tercer puesto de la clasificación con 1121 puntos.

Se ubicó debajo de Rubén García, hijo de su contemporáneo Rubén García Novoa, ya retirado, y de Rubén Rovelo, quien ayer terminó sexto.

Se pierde la cabeza, insistió el regiomontano, aunque aseguró que además en el nuevo óvalo no se cuenta con espacio suficiente para el paso de los pelotones en las curvas, por lo que para carreras futuras de Nascar tendrán que trabajar en la colocación de muros y dovelas.

Sólo 10 de 25 bólidos cruzaron la meta con 114 vueltas, pues la mayoría protagonizaron o se vieron envueltos en percances. El primero fue Osrael Jaitovich, quien en la tercera vuelta se estampó en el muro de la primera curva y abandonó.

Fue una carrera accidentada, que afectó especialmente a pilotos calificados en el Desafío, como Antonio Pérez, hermano de Checo, a quien un contacto con el muro, producto de una ponchadura, le complicó la carrera.

Aunque la retomó tras la reparación del auto destruido de la parte trasera, sólo completó 103 giros y concluyó en el puesto 16.

De esa manera, Toño no pasó el corte del Desafío, por lo que extraoficialmente quedó fuera de la pelea por el título.

La mayor afectación fue por una carambola en el giro 72, que incluyó a Abraham Calderón y Hugo Oliveras, quienes perdieron puestos y en la clasificación quedaron fuera de los ocho mejores, mientras Rubén Rovelo e Irwin Vences completaron la prueba.

Sin embargo, todo se re definirá este mediodía en la fecha 14.