La prueba Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea), aplicada por primera vez a estudiantes de sexto grado de primaria y tercero de secundaria, arrojó que 60.5 por ciento de los primeros se ubica en los niveles más bajos en matemáticas, y la cifra aumenta hasta 65.4 por ciento, en el caso de los segundos.

En lenguaje y comunicación, casi la mitad de los alumnos del grado terminal de primaria se ubica en el nivel más bajo de logro, lo que representa un dominio insuficiente de los aprendizajes clave del currículo.

Durante la presentación de las cifras, consejeros del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y el subsecretario de Planeación y Evaluación de Políticas Públicas, Otto Granados Roldán, admitieron que pasarán décadas para revertir la situación. Sería un ejercicio de adivinación decir un número; esperemos que sean pocas, sostuvo.

Sylvia Schmelkes, consejera presidenta del INEE, señaló que los resultados son preocupantes. Tanto por lo que nos dicen respecto de lo que aprenden los alumnos en el sistema educativo nacional como [por] que descubren inequidades entre tipos de escuela y zonas donde se ubican, así como entre entidades federativas y de logro escolar. Ello indica, agregó, que se requiere una reforma educativa como la que está en marcha, capaz de llegar a las escuelas y a las aulas.

Planea –que sustituyó a la prueba Enlace– se aplicó, en su modalidad de evaluación del Sistema Educativo Nacional, en una muestra de 104 mil 204 alumnos de sexto de primaria, de 3 mil 446 escuelas, más 144 mil 517 alumnos de tercero de secundaria, de 3 mil 529 planteles.

Sus resultados arrojaron que en lenguaje y comunicación, sólo 2.6 por ciento de los de primaria se ubica en el nivel más alto de logro, y 6.1 por ciento, de secundaria.

En matemáticas, en el nivel más alto se situaron 6.8 por ciento de los primeros, y 3.1 por ciento de los segundos. La última cifra refleja que este grupo es el que puede resolver problemas que implican sistemas de ecuaciones o calcular el volumen de cuerpos redondos.

El INEE asentó que poco más de la cuarta parte de los de tercero secundaria (29.4 por ciento) son capaces de desarrollar tareas muy básicas, como identificar definiciones y explicaciones en artículos de divulgación científica.

El consejero Eduardo Backhoff, coincidió en que los resultados confirman los malos o bajos niveles de desempeño en el sistema educativo, y las grandes desigualdades, que es una de nuestras grandes preocupaciones.

Aseguró que los estudiantes que ingresan tarde, que reprueban o que por alguna razón se rezagan en términos generales no recuperan logro. Es decir, se ubican en los niveles más bajos.

Admitió que las Telesecundarias arrojaron mejores resultados, respecto a la media nacional en matemáticas, lo que plantea al INEE la necesidad de profundizar en las causas del fenómeno”.

Planea reflejó una acentuada desigualdad entre estudiantes, según las condiciones socioeconómicas de sus familias y comunidades. Consistentemente, los que viven en situaciones de menor desventaja son quienes obtienen mayores niveles de logro.

Sin embargo, mientras 69 por ciento de los niños de localidades con menos de 500 habitantes se ubican en el nivel más bajo en lenguaje y comunicación, esto ocurre sólo con 39 por ciento de quienes residen en grandes ciudades.

En tanto, al comparar resultados de lenguaje y comunicación entre primarias privadas e indígenas, las primeras tienen 13 por ciento de estudiantes en el nivel más bajo, y en las segundas es de 80 por ciento. Esto refleja que los indígenas tienen seis veces más carencias en su aprendizaje.

Al desagregar por entidades, se revela que el Distrito Federal se ubica entre los mejores resultados. No así, no así Tabasco y Guanajuato, en algunos casos. No se incluyeron datos de Oaxaca, y de manera parcial están Guerrero, Michoacán y Chiapas.

El INEE también aplicó la prueba Excale que realizó hace tres años, para hacer una comparación. Pero en el resultado, manifestó Backhoff, hubo un retroceso.

El nivel más bajo de español, en sexto de primaria, pasó de 40 por ciento a 47, de 2012 al actual año; y en matemáticas, de 38 a 43 por ciento. Con los de tercero de secundaria ocurrió algo similar: el porcentaje aumentó, en el mismo periodo, de 23 a 28 por ciento, en español, y de 33 a 38 por ciento en matemáticas.