Viernes 6 de noviembre de 2015, p. 32
Atenas.
Una nueva tragedia migratoria en el mar Egeo se cobró las vidas de dos niños este jueves, provocando una movilización de protesta en la isla griega de Lesbos. Los hechos ocurrieron mientras el primer ministro griego, Alexis Tsipras, y el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schultz efectuaban una visita a Lesbos y veían la llegada de una barcaza de refugiados procedente de Turquía.
En tanto, la Organización de Naciones Unidas (ONU) anunció que llegarán 600 mil migrantes más en los próximos cuatro meses a la Unión Europea (UE). La Comisión Europea estimó por su parte que unos tres millones de personas llegarán al continente europeo entre 2015 y 2017, huyendo de la guerra y la pobreza en Medio Oriente y Asia.
En la madrugada del jueves se ahogaron dos niños migrantes, cuando el bote en el que viajaban con sus familias desde Turquía se hundió cerca de Kos. El cuerpo de uno de ellos fue rescatado y seguía la búsqueda del otro niño, de seis años. El padre de los menores, uno de los 14 supervivientes del naufragio, dijo a los socorristas que no pudo salvar a sus hijos y abandonó sus cuerpos para ayudar a otros pasajeros. Un poco más al norte, en Lesbos, la principal puerta de entrada de los migrantes a Europa, hubo manifestaciones el jueves por la mañana para protestar contra la política europea de migración, antes de la visita a la isla de Tsipras y de Schulz.
El Egeo está lleno de cadáveres de migrantes. Europeos asesinos de los pueblos
, rezaba una banderola que desplegó un grupo de manifestantes que tomaron el edificio de la alcaldía. Otros manifestantes -con chalecos salvavidas color naranja, los cuales se han convertido en el símbolo del éxodo y sus peligros mortales- pidieron que se permita a los migrantes ingresar de modo seguro en la UE, en el campo de registro y selección de Moria, adonde concurrieron Tsipras y Schulz. Abran la barrera, que se acaben los ahogamientos
, rezaban los carteles, reiterando así el pedido de apertura de un paso en la frontera terrestre entre Grecia y Turquía, donde se construyó una barrera en 2012. Tsipras descartó esta posibilidad, afirmando que era necesario llevar a cabo una gestión responsable
de los flujos migratorios.
Los ánimos en la isla son además tensos desde el comienzo de la semana debido a una huelga de los marineros. Ante la ausencia de ferries, se calcula que 15 mil refugiados permanecen varados en los puertos sin poder viajar al Pireo, cerca de Atenas.
Ello provoca continuas protestas. Los migrantes gritan ¡Atenas, Atenas!
y piden ser trasladados de inmediato a tierra firme.