En el penal femenil de Santa Martha son 120; en el país, 257 más
Plantean reconocerlos como grupo vulnerable, con miras a su atención integral
Jueves 5 de noviembre de 2015, p. 42
Diversas organizaciones civiles pidieron al gobierno federal y a los legisladores que los niños y niñas que nacen y viven con sus madres en las prisiones sean incluidos dentro del presupuesto penitenciario e incorporados legalmente como grupo vulnerable, como el primer paso para una atención integral.
Al presentar el anuario Los niños inviables del Reclusorio Femenil de Santa Martha 2015, elaborado por la organización Reinserta, se informó que actualmente en el país son 377 menores de hasta 6 años de edad quienes viven en esas condiciones adversas, 120 de ellos en el penal femenil de Santa Martha, en la ciudad de México.
Además, cada año nacen alrededor de 20 niños en esas mismas condiciones, producto de las visitas conyugales, o por los casos donde la madre ingresa al penal en estado de embarazo.
En el acto, realizado en El Papalote, Museo del Niño, se señaló que México enfrenta una realidad que muy pocos conocen, que son estos niños invisibles
, hijos e hijas de internas, que nacen y se desarrollan durante sus primeros años de vida en un ambiente inadecuado y hostil, en condiciones que los afectan sicológicamente.
Además, son invisibles
porque no existen dentro de la ley penitenciaria y no tienen un presupuesto asignado para cubrir sus necesidades básicas, en las que organizaciones y donadores particulares ayudan a las madres para la manutención.
Y con una gran diversidad en las legislaciones estatales, en el Distrito Federal las madres que quedan embarazadas durante su condena tienen el derecho de vivir con sus hijos hasta que cumplen 6 años.
De acuerdo con la iniciativa de la ley de ejecución penal, que busca regir de manera unificada todo el funcionamiento penitenciario en el país, y que tiene un avance de 85 por ciento en el Senado, se propone que la edad máxima de los niños en esas condiciones sea de tres años.
El anuario tiene como fin generar conciencia sobre la realidad de los niños que viven en las prisiones del país, y al mismo tiempo solicitar al gobierno y legisladores que estos niños sean reconocidos como vulnerables ante la ley general de la niñez y se les asigne un presupuesto para cubrir sus necesidades dentro del reclusorio, dijo Saskia Niño de Rivera, fundadora de la organización Reinserta, antes de la realización de un foro donde se discutió el tema.