Las opiniones van desde la alegría hasta la cautela por el fallo de la Suprema Corte
Jueves 5 de noviembre de 2015, p. 5
Personalidades del mundo cultural compartieron su opinión a propósito de la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que valida el uso lúdico de la mariguana, su siembra y consumo personal, sin incluir comercio, suministro o distribución.
Algunos calificaron de extraordinario el fallo, que sólo ampara a cuatro personas que pidieron la protección de la justicia para sembrar, transportar y fumar la yerba, y consideran que su legalización debe darse de manera paulatina y cuidadosa. A continuación, reproducimos los comentarios:
Élmer Mendoza, escritor: ‘‘La Suprema Corte tendrá que corregirlo. Imagínate a todos los que viven en el Distrito Federal y en la zona conurbada, que son como 26 millones; no creo que tengan tiempo de cultivar algo de buena calidad. Solicitarán los servicios de alguien que sepa, que es lo que ha pasado en California. Yo creo que ahí la Corte está fallando y tendrá que contemplar otros aspectos que tienen que ver con la producción.
‘‘El mundo tiene una clase media que es adicta. Pero en México hay al menos 50 millones de pobres, entre los que pudiera haber adictos, pero esos son los que siguen siendo instrumento de la delincuencia. Ahí no se resuelve ningún problema. Puedo aplaudir que alguien puede tener sus yerbitas y no lo lleven preso, porque eso es ridículo, pero yo esperaba algo mejor, más importante para la historia de nuestro país.’’
José Agustín, escritor: ‘‘Me parece muy bien el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; deberían haberlo hecho hace 50 años’’.
Arturo Rivera, pintor: ‘‘Es una maravilla que se haya validado por fin en México el uso de la mariguana para fines recreativos, como ya sucede en otros países donde no pasa nada si andas por la calle con algunos gramos. A mí me sirve para relajarme y sentirme bien. Ahora, considero que no ayuda para crear; en un principio la usaba cuando tenía que pintar, por ejemplo, línea por línea de un cuadro, porque es cierto el dicho popular, me clavaba en la textura. Pero lo dejé de hacer. La mariguana no ayuda absolutamente en nada a la creación. Sé que es buena para aliviar el dolor. En mi caso la uso después de un día de trabajo, ya en la noche, para relajarme y platicar con mi esposa cosas bonitas. Se debería validar el uso de todas las drogas, no tienen por qué prohibirse’’.
Rafael Barajas, El Fisgón, caricaturista: ‘‘Es la aceptación implícita de un gran fracaso político del llamado populismo penal, que no está funcionando. Es además una aceptación del fracaso de todo lo que se ha tenido alrededor de la guerra contra el narco. Estoy convencido de que una de las pocas cosas que nos va a permitir esta medida es romper la espiral de violencia y romper las lógicas del populismo penalista, que todo quería resolver con mano dura. Me parece que es importante legalizar el consumo de las drogas, y por otro lado es hacer un boicot a ese producto por el que se está generando esta situación de violencia en el país.
‘‘También pienso que la legalización debe ser de manera paulatina y cuidadosa. Si esto se hubiera hecho hace años se hubiera evitado mucha violencia. Además era absurdo que si en Estados Unidos está parcialmente legalizada en algunos estados fuera un producto ilegal en México. Desgraciadamente el crimen organizado avanzó de tal manera en los años recientes que esta medida lo que hará básicamente es sentar jurisprudencia para casos específicos y el efecto benéfico no va a tener el mismo efecto que si se hubiera hecho tiempo atrás.’’
Diego Rabasa, editor: ‘‘Los grupos desde donde salen los rechazos a la legalización de la mariguana esconden en supuestos argumentos intelectuales factores ideológicos que desnudan la profunda doble moral característica de este país. En la realidad las drogas se producen y consumen cada vez en mayor medida. Mientras la corrupción y la violencia crecen, se mantiene una opinión tozuda y reaccionaria hacia las drogas que exhibe una profunda ignorancia y una decidida vocación por darle la espalda a la realidad’’.
Bernardo Fernández Bef, escritor y dibujante: ‘‘Desde 1997 no uso drogas, alcohol, tabaco, ni café, porque creo que son instrumentos de control político; la prohibición de cualquier sustancia lo único que produce es una persecución y esto lo hemos visto en Estados Unidos cuando se prohibió la importación, exportación venta o elaboración de las bebidas alcohólicas. Para mí el alcohol es más nocivo que la mariguana; está socialmente aceptado y nadie pone reparos en que la gente beba mucho en el país; esto es porque no existe una educación del consumo.
‘‘Me parece un gran antecedente este fallo y creo que si no tuviéramos prohibición alrededor de la mariguana tendría un impacto positivo social. No creo que esto dispare el consumo masivo entre la gente, es una sustancia ampliamente consumida; sólo se evitaría su clandestinidad’’.
Héctor Díaz-Polanco, antropólogo: ‘‘En principio todo lo que contribuya a ampliar las libertades es bienvenido. Empero, habrá que esperar a la implementación de esta aprobación para ver con qué modalidades se pondrá en práctica y mostrar las capacidades que presentará el Estado. Sin embargo, al mismo tiempo, evitar que esta medida sea un retroceso a soluciones que se buscan. De todas formas se da un paso adelante positivo, el cual hay que evaluar en su justa medida, puesto que en la realidad del país existe gran cantidad de problemas más importantes para la mayoría de la población, que ni siquiera se vislumbra cómo serán abordados. Habría que manifestar un optimismo prudente y esperar los siguientes pasos.’’
Margo Glantz, escritora y crítica literaria: ‘‘Estoy en favor de la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Incluso, en la Revolución Mexicana la mariguana tenía una canción.