Con sus más de 450 años de historia, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es una de las casas de estudios más antiguas de América. Sus 345 mil 701 alumnos la colocan como la institución educativa con mayor matrícula en México y su oferta académica de 115 licenciaturas es la más amplia del país.

En sus proyectos de trabajo, los 10 candidatos a la rectoría ofrecen su definición personal de universidad. Tres de ellos señalan que es el proyecto cultural más importante de la historia de México –descripción igual a la que puede leerse en la página web de la UNAM–, para otros es la institución que más ha hecho por México y unos más dicen que es un ejemplo a seguir entre las instituciones educativas.

Sergio Alcocer, ex secretario general de la UNAM y ex subsecretario de Relaciones Exteriores, señala que la universidad es el más importante proyecto educativo, cultural y social de la nación. Sin ella, afirma, México no sería el país que es hoy ni tendría a la vista un futuro promisorio.

Francisco Bolívar Zapata, investigador emérito del Instituto de Biotecnología, escribe que la UNAM se debe a la sociedad mexicana. Autónoma, pública, nacional y gratuita, laica, con tolerancia y respeto a los derechos humanos, inteligencia, cultura y decisiones sustentadas en cuerpos colegiados plurales, son sus valores y fortalezas.

El director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Fernando Castañeda Sabido, cita al filósofo y matemático inglés Alfred North Whitehead para definir a la UNAM: Lo que justifica a una universidad es que preserva la conexión entre el conocimiento y el zumo de la vida, al unir al joven y al viejo en la consideración imaginativa del aprendizaje.

Javier de la Fuente, quien dirige la Escuela Nacional de Estudio Superiores unidad León, piensa que la universidad es una institución viva, que cada día se transforma; que no pierde la esperanza en la juventud; que todos los días está consciente de su compromiso con el país.

Para el director de la Facultad de Medicina, Enrique Graue, indudablemente la casa de estudios es nuestro proyecto cultural más importante y el trabajo de los universitarios la ha convertido en la institución de educación superior mexicana más reconocida internacionalmente.

Para el sociólogo Héctor Hernández Bringas, coordinador de Planeación, Presupuestación y Evaluación de la UNAM, la institución puede ser un espacio de reconciliación con los sectores más necesitados de nuestra nación y con el progreso del país.

Juan Pedro Laclette, coordinador general de Posgrado, la ve también como el proyecto cultural más trascendente del país. Sostiene que la máxima casa de estudios puede jugar un papel crucial para que México supere la crisis moral en que se encuentra.

Leonardo Lomelí, director de la Facultad de Economía, apunta que es la institución académica que más ha contribuido a la construcción de nuestro país y que será decisiva para que en el siglo XXI se consolide la democracia y se superen los rezagos económicos y sociales.

Suemi Rodríguez Romo, ex directora de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, sostiene que la UNAM debe ser maestra de maestros y cauce de una conciencia nacional. La universidad, dice, refleja la situación del país y en ella convive la gama más extensa de ideologías, posturas y estratos sociales.

A Rosaura Ruiz Gutiérrez, directora de la Facultad de Ciencias, le parece que la UNAM es el proyecto histórico más trascendental. La ve como una institución académica abierta, con diferentes niveles de participación de los múltiples actores, flexible, autorregulada y con marcada orientación social.