El contrato venció en 2012; director de ESSA elude a ejidatarios
Martes 3 de noviembre de 2015, p. 27
La Paz, BCS.
Ejidatarios del municipio de Mulegé pidieron la regularización del contrato de concesión y un aumento en la renta por más de 36 mil hectáreas que explota la paraestatal Exportadora de Sal SA de CV (ESSA), que en coinversión con Mitsubishi Corporation opera en Guerrero Negro. Aseguraron que sólo reciben 500 pesos por hectárea al año, mientras las ventas anuales de la corporación rondan 150 millones de dólares.
El comisariado del ejido Gustavo Díaz Ordaz, David García Araiza, refirió que de los 500 pesos que les pagan, el gobierno federal aporta 319 y el corporativo japonés 181, como parte de un programa de apoyo a proyectos productivos.
Subrayó que el convenio para la concesión de sus tierras a ESSA (sociedad mercantil mexicana constituida en 1954 para la producción y exportación de sal marina, en la que el gobierno federal participa con 51 por ciento de las acciones y Mitsubishi con el 49 por ciento restante) venció en 2012, y aunque les siguen pagando, no existe un documento que les dé certeza jurídica.
Destacó que en 2006 los campesinos iniciaron movilizaciones para exigir un alza a la renta por sus tierras –en ese año recibían 181 pesos al año–, pero se acordó un aumento mediante un programa ligado al Plan Nacional de Desarrollo.
García Araiza explicó que cuatro núcleos ejidales rentan a ESSA: Benito Juárez, Gustavo Díaz Ordaz, Héroes de Chapultepec y Gómez Palacio. Los dos primeros rentan 34 mil hectáreas, pero pretenden que se reconozca el uso de otras 6 mil invadidas
por la paraestatal.
“Mientras ESSA ingresa millones de dólares por la venta de sal, cada uno de los 300 comuneros de ambos ejidos –que en promedio rentan 100 hectáreas cada uno– recibe unos 50 mil pesos al año; es necesario elevar el pago a 2 mil 400 pesos por hectárea”, estimó.
También demandó un trato más respetuoso de los funcionarios de ESSA. El actual director, Mario Alberto Cantú, no se ha reunido con ellos desde que asumió el cargo, pese a que le han enviado varios oficios.
Señaló que mientras los directivos de la ESSA ganan salarios altos y la empresa entrega, como hermana de la caridad
, recursos a instituciones académicas y organizaciones ambientalistas, entre ellas Pronatura, los dueños de la tierra viven en comunidades sin infraestructura urbana.
El Valle de Vizcaíno, en la reserva de la biosfera más grande de América Latina, produce la mayor parte de las hortalizas que el estado exporta, además de tener la empresa salinera más grande del mundo. Pese a ello, salvo una parte de Guerrero Negro, las comunidades carecen de carreteras adecuadas, drenaje, hospitales y rellenos sanitarios
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