El presidente del PRD capitalino y vicecoordinador de los diputados locales de su partido, Raúl Flores, instó a los grupos parlamentarios en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) a sacar adelante una normatividad que fomente la construcción de vivienda de interés social, pues las rentas onerosas y el alto costo de las nuevas casas hace que cada año salgan de la ciudad de México 100 mil personas, quienes buscan una morada acorde a sus condiciones socioeconómicas.

En entrevista, el líder político estimó que 70 por ciento de los habitantes de esta capital pagan renta, pues carecen de recursos económicos para hacerse de un patrimonio, debido a que la especulación que han hecho muchas inmobiliarias llevó a valorar las nuevas construcciones en cifras inalcanzables.

“Hay que aclarar –dijo– que sí es posible construir vivienda de interés social en la ciudad de México y dar respuesta a la enorme demanda que se tiene, y para ello se deben tener reglas más claras y perfectamente establecidas, que contribuyan a consolidar una cultura de la legalidad, que deje bien claro que no se puede abusar de los esquemas legales, que no permita que haya traingulaciones que lleven a la ilegalidad, a compraventas ficticias”.

–¿Qué tan difícil será meter en cintura a los grandes desarrolladores inmobiliarios?

–La intención es promover reformas que fomenten realmente la vivienda de interés social y que no permita burlar la ley; la cuestión es amarrarles las manos a través de los folios, y que quede ahí establecido que es una construcción con base en la Norma 26 u otra similar, y las características que tendrá la vivienda.

–¿Hay fecha para que se concrete ese nuevo marco legal?

–Tenemos que sacar pronto esas reformas o bien la norma más adecuada, porque la necesidad social respecto a la vivienda es absolutamente alta en el Distrito Federal, pues mucha gente ya no aguanta pagar rentas altas; se estima que 70 por ciento de los capitalinos rentan casa, lo que hace más dramático este tema, pero el problema es que no hay opciones de vivienda de interés social.

Es claro que las rentas altas y la revalorización del suelo, que hace muy cara cualquier vivienda nueva, ha expulsado a los capitalinos hacia la periferia o, pero aún, a las zonas de conservación, concluyó.