El senador con licencia Raúl Cervantes se reintegrará a sus tareas legislativas la próxima semana, con lo que puso fin a la controversia que desató su posible nombramiento como ministro de la Suprema Corte. Regresará como responsable de la comisión encargada de definir el futuro de la Constitución, próxima a llegar a su centenario.

Aclaró que tenía ilusión de ser ministro, pero lo único que no haría es afectar al Senado y a otros poderes del Estado.

En conferencia de prensa, acompañado del presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, sostuvo que nunca hubo un acuerdo específico ni invitación del Presidente de la República, ni intervención del consejero jurídico de la presidencia, quien es su familiar, para impulsarlo a ocupar un lugar en el máximo tribunal del país.

Con humildad digo que me hubiera gustado hoy o en cualquier etapa de mi vida, como a cualquier otro abogado constitucionalista estar en la Suprema Corte, pero sé también que no es el único lugar donde puedo aportar a lo que yo denomino la democracia constitucional.

Gil Zuarth, sostuvo: No pasa absolutamente nada si el primero de diciembre no se ha nombrado a los ministros que habrán de ocupar las vacantes que dejarán Olga Sánchez Cordero y Juan Silva Meza.