Guadalajara, Jal.

El Ejecutivo federal ya hizo su propuesta de presupuesto y no siempre más es mejor, respondió el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), José Calazada Rovirosa, ante los planteamientos de diversas agrupaciones del sector, incluido el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), de que intervenga ante el Legislativo para que en 2016 se mantenga un presupuesto de al menos 85 mil millones de pesos a la institución.

Ante los asistentes al Foro Global Agroalimentario, Calzada destacó que lo importante de los recursos públicos es que estén bien dirigidos y se ejerzan con efectividad y mayor honestidad, pero corresponde al Congreso dar los incrementos.

Durante la inauguración de dicho foro, el presidente del CNA, Benjamín Grayeb, solicitó al titular de Sagarpa su apoyo para que no se recorte el presupuesto, porque somos el sector más dinámico de la economía y señaló que la balanza comercial tiene un superávit de 2 mil lillones de dólares. Este es el momento de unir, no de dividir, apuntó.

Antes, Salvador Di Stefano, consultor internacional, recomendó a los agroempresarios mexicanos que den valor agregado a las materias primas y creen marcas para aumentar sus ganancias. El especialista advirtió que el panorama para los países latinoamericanos en 2016 no es alentador por las señales de estancamiento de la economía mundial, la dolarización de las economías de México, Brasil, Colombia, Chile y Perú, la incertidumbre ante la reducción de las tasas de interés de Estados Unidos y el alto stock de granos a escala mundial.

Hay que agregar, de manera acelerada, valor agregado a las exportaciones para poder vender a mayor precio. Los gobiernos, dijo, deben apoyar a los pequeños productores en el objetivo de industrializar las materias primas. En posterior entrevista, Di Stefano también sostuvo que antes de pensar en aumentar las exportaciones, los productores deben pensar en desarrollar los mercados locales, lo que definió como una guerra de guerrillas para que se reconozca el valor de la tierra.

En esa estrategia, asentó, los gobiernos deben empezar por los de abajo, establecer una política de Estado para darle valor agregado a la producción.