Las estrategias de la Alianza para el Gobierno Abierto (AGA) deben ir más allá de lograr mayor transparencia y combatir la corrupción en los programas de gobierno para alentar el empoderamiento de la sociedad que le permita participar en decisiones que le conciernen, consideraron ministros de diversos países y especialistas, en el inicio de la Cumbre Global de la Alianza para el Gobierno Abierto 2015 realizada en el Palacio de Bellas Artes.

Suneeta Kaimal, presidenta de la Alianza para el Gobierno Abierto, sostuvo que “la transparencia es necesaria pero no es una realización absoluta de este ideal. Un gobierno verdaderamente abierto tiene que empoderar a su gente para que tengan voz y tengan manera de regir sus vidas”. Si bien la AGA ha crecido en cantidad, deploró que no se haya desarrollado en calidad y aseguró que a pesar del incremento en la membresía de países de la organización, al menos un tercio de ellos ha aprobado reformas contrarias a la participación ciudadana.

Celebró que en América Latina haya un clamor social para combatir la corrupción, les pido que tengan otra vez el valor colectivo de exigir un cambio y de derribar las estructuras que se sigan resistiendo, ir más allá de la transparencia, a la rendición de cuentas.

En su momento, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, sostuvo que la AGA debe ser un instrumento para la construcción de derechos de la sociedad, mediante el involucramiento de los ciudadanos en las políticas públicas. Se trata de inducir mayor transparencia en las instituciones, para su fortalecimiento, no para debilitarlas, para lo cual ambas partes, gobierno y sociedad, deben entender la dinámica de su contraparte, expresó.

Almagro señaló que 15 países de la región forman parte de la AGA, enfatizando que una de las preocupaciones centrales es combatir la corrupción y abatir la impunidad. Consideró que la alianza es una herramienta de la democracia para garantizar que la sociedad se asegure de contar con políticas que reviertan la pobreza y la desigualdad, porque estos fenómenos están asociados al respeto de sus derechos a la salud y la educación.

En su oportunidad, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Alicia Bárcena, destacó los avances de la AGA en los cuatro años que tiene de operar, pero subrayó que en la región aún hay 71 millones de personas que viven en la pobreza. Es un continente con una gran concentración de la riqueza y en el que queda la impresión de que tenemos gobiernos atrapados por los interés privados de las grandes corporaciones, añadió.

Para abatir la pobreza y las asimetrías no bastan esfuerzos aislados. Bárcena pugnó por avanzar más allá de un gobierno abierto para alcanzar el Estado abierto que incorpore a los otros poderes en la búsqueda de objetivos como la justicia.

La responsable del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Helen Clark, destacó la importancia de vincular las metas de la agenda 2030 de Naciones Unidas, centradas en combatir la pobreza y desigualdad, con las políticas de la AGA.