Florencia.

La cuna del arte y la arquitectura italianos se prepara para la reapertura del museo de la catedral, L’Opera del Duomo, con más de 750 joyas del Renacimiento; algunas se exhibirán por primera vez a partir del jueves.

Célebre por su cúpula, diseñada por el arquitecto florentino Filippo Brunelleschi entre 1420 y 1436, que dio origen a uno de los movimientos más creativos de la historia del arte, el museo, fundado en 1891, fue sometido a una restauración que incluyó su ampliación con locales adyacentes.

El recinto acoge ahora estatuas, relieves en mármol, bronce y plata y sobre todo importantes obras maestras de Miguel Ángel, Donatello, Arnolfo di Cambio, Lorenzo Ghiberti, y Andrea del Verrocchio, entre otros.

Todos son grandes maestros de la Edad Media y el Renacimiento que trabajaron para la ciudad toscana, y sus obras permanecerán expuestas en 6 mil metros cuadrados, más del doble que en el pasado, con 25 salas repartidas en tres pisos.

Este museo cuenta la evolución del gótico al Renacimiento, desde su nacimiento hasta la madurez. Cuenta los orígenes de la grandeza de Florencia, porque fue en esta ciudad donde nació y se desarrolló un movimiento artístico que cambió el curso de la historia, dijo Franco Lucchesi, presidente de Santa María del Fiore, el verdadero nombre de la catedral, institución que financió la remodelación.

La Piedad repudiada por su autor

La mayor estrella del nuevo museo será La Piedad que Miguel Ángel repudió, realizada cuando tenía casi 80 años, entre 1547 y 1555.

Obra monumental, originalmente proyectada para decorar una tumba, la estatua refleja con exactitud la obsesión del genio italiano por la muerte, el dolor, la espiritualidad del Cristo moribundo.

A diferencia de la otra célebre Pietà, la que está en la basílica de San Pedro en el Vaticano, donde la figura de la virgen es central, la de Florencia se concentra en San Nicodemo –que tiene los rasgos de Miguel Ángel– justo en el momento en que depone a Cristo de la cruz.

Se trata de una obra muy innovadora, explicó Lucchesi.

Sin embargo, Miguel Ángel no quedó satisfecho con ese trabajo, en primer lugar porque con la edad, estaba casi ciego, por lo que no la talló como quería, señaló Lucchesi. Además, el bloque de mármol con el que hizo la escultura tenía muchas venas e imperfecciones, por lo que no logró lo que deseaba, dijo.

Cuentan que el maestro trató de destruir la estatua con un martillo, marcas que quedaron visibles, tras lo cual decidió abandonarla.

Después de su muerte, La Piedad pasó a ser propiedad de los grandes duques de Florencia que la cedieron a L’Opera del Duomo, organización laica fundada en 1296 que administraba los bienes de la catedral.

El museo expone también la reproducción en tamaño natural de la fachada original de la catedral, diseñada por Arnolfo di Cambio, así como las enormes puertas que cerraban el Baptisterio y un altar de plata maciza, que pesa varios cientos de kilogramos, uno de los numerosos tesoros de la iglesia.

En el nuevo museo encontraron lugar muchas obras valiosas custodiadas en los depósitos durante décadas, como 15 estatuas del siglo XIV y casi 70 fragmentos de la fachada medieval del Duomo.