Buenos Aires.

Con denuncias del oficialismo de maniobras que en su conjunto intentan enturbiar el proceso electoral por parte de la alianza derechista Cambiemos, este domingo se realizarán en Argentina los octavos comicios presidenciales desde que en 1983 retornó la democracia y para los que están habilitados para votar 32 millones 37 mil 323 ciudadanos, quienes deberán elegir entre seis candidatos.

Quienes tienen más posibilidades son: Daniel Scioli, del oficialista Frente para la Victoria; Mauricio Macri, postulado por la alianza Cambiemos, encabezada por la derechista Propuesta Republicana, y el peronista disidente Sergio Massa, abanderado de la Alianza Nueva Alternativa.

Detrás de ellos y a gran distancia, de acuerdo con encuestas, se encuentran Margarita Stolbizer, disidente de la Unión Cívica Radical; Nicolás del Caño, postulado por el Frente de Izquierda, y Adolfo Rodríguez Saa, de Compromiso Federal.

Para ganar en esta primera vuelta se requieren más de 45 por ciento de sufragios o 40 por ciento y 10 puntos porcentuales de ventaja sobre el rival más cercano.

También serán electos 11 gobernadores provinciales, 24 senadores y 130 diputados nacionales, así como 24 parlamentarios del Mercado Común del Sur distrito regional y 19 del distrito nacional.

La Cámara Nacional Electoral estableció medidas para lograr que estas sean las elecciones más cuidadas en la historia.

Sin embargo, acciones de la alianza Cambiemos intentan instalar la idea de fraude electoral, aunque se sabe que ésta se encuentra en segundo lugar y con una diferencia de 10 a 12 puntos de la fórmula del oficialismo.

La noche del sábado el apoderado del Partido Justicialista (peronista), Jorge Landau, denunció que se comprobó la distribución de boletas apócrifas del FpV y aclaró que esas listas deberán ser tomadas como válidas, ya que está formalizada la presentación ante la justicia electoral y no es la primera vez que ello sucede.

En una entrevista con la agencia oficial Télam, Landau explicó que las boletas apócrifas, que ya habían sido repartidas, correspondían a las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del 9 de agosto. Ello ocurrió en diversos distritos del país. Esto estaría destinado a causar la nulidad de sufragios emitidos el domingo en favor de los candidatos del FpV. Recordó que en casos similares la justicia dictaminó que esos votos fueron contabilizados en favor de los afectados.

Hubo otras denuncias sobre maniobras diversas, como la convocatoria de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a una audiencia pedida por la oposición y el Grupo Clarín violando la veda electoral, lo cual se une al hecho de que Cambiemos no está enviando boletas a la Dirección Nacional Electoral.

Analistas recuerdan que Cambiemos acumula intentos fallidos por instalar un supuesto fraude en las elecciones en tres provincias: Santa Fe, Tucumán y Chaco. Ahora también promueve dudas sobre la transmisión, vía telegrama, de los resultados de cada mesa, o menciona que no quieren entregar las boletas al correo porque pueden perderse, lo que, evidentemente, nunca ha ocurrido. Estas actitudes tensaron el ambiente prelectoral y no son compartidas por otros participantes en los comicios.