América ya es cliente del Querétaro, al menos en este 2015, en el que le asestó dos derrotas. La de ayer fue en el estadio Azteca 0-1 con solitario tanto del líder de goleo Emanuel Villa.

Los Gallos Blancos llegaron a 18 puntos y alimentan la esperanza de meterse a la liguilla, mientras las Águilas retardaron su pase a la fase final del certamen y se quedaron con 27 unidades.

Para los amarillos no hubo la soñada revancha por la goliza (0-4) sufrida en el torneo anterior, en aquel partido en el que el coloso de Santa Úrsula rindió pleitesía a Ronaldinho.

El América, huérfano del lesionado Rubens Sambueza, fue una nave a la deriva. Tampoco estuvo el delantero Darío Benedetto. En cambio, Darwin Quintero resultó otra vez el blanco favorito para los abucheos y la frustración del público.

La primera gran oportunidad fue para el Querétaro. Al minuto ocho Orbelín Pineda entró fácilmente por el centro, todos le franquearon el paso, hasta que tiró y el portero Moisés Muñoz desvió hacia arriba para ceder tiro de esquina.

Quintero muy pronto empezó a fallar, a tomar decisiones equivocadas. Al minuto 13 recibió un gran pase de Miguel Samudio; pudo tirar pero, inseguro, prefirió centrar a nadie. Al 34 el colombiano tuvo otro balón, era un gol cantado. Sin embargo, quiso colocar demasiado el envío a las redes y Tiago Volpi lo obstaculizó.

Oribe Peralta se sumó al concierto de fallas y al 37 remató con la cabeza un centro de Osvaldo Martínez, pero echó la pelota a un lado. El abucheo que los acompañó al vestidor fue más que merecido.

Apenas reiniciado el complemento, Quintero tuvo otra increíble oportunidad, pero la desperdició igual que las demás. Tras un centro desde la izquierda cimbró el marco con potente pelotazo al poste.

Al 59 de acción Tito Villa vio venir el esférico en un gran trazo, lo bajó con el pecho y definió con la zurda un tiro cruzado, medido, inalcanzable para el guardameta americanista.

En la recta final el América atacó con desesperación y al 85 Paul Aguilar logró pegarle al esférico de volea, pero la pelota impactó en el larguero. El alarido de decepción inundó las gradas.

Ignacio Ambriz se dijo “muy encabronado. Hoy no hemos hecho méritos suficientes para ganar. Sabíamos que el rival se para bien atrás e iba a buscar una falla nuestra. Tuvimos dos claras, pero no fuimos contundentes… La victoria nos habría permitido calificar matemáticamente”.

Molesto planteó que para entrar a una liguilla tienes que ganar en casa y aquí no andamos nada bien. Son ya cuatro derrotas (en el Azteca) y yo soy el responsable por no inyectar en los jugadores ese deseo, concluyó.

Vucetich, en tanto, ve a su equipo con posibilidades de avanzar a la liguilla: Seguimos sumando, hoy son tres puntos y se puede pasar con 25 o 26. Es una aspiración.